El grupo Ortiz comienza hoy la demolición del Windsor
El penoso estado del edificio Windsor aconseja su inmediata demolición. De los trabajos de derribo, que empezarán hoy mismo, se encargará el grupo Ortiz. El coste será asumido por los propietarios del rascacielos y por el ayuntamiento.
Crujías a punto de colapsar, armaduras de las fachadas gravitando sobre el borde perimetral, abombamientos, agrietamientos y derrumbamientos parciales'. El informe elaborado por el Ayuntamiento de Madrid a partir de los datos recopilados por el equipo de bomberos que penetró el miércoles en el edificio no deja lugar a dudas: el Windsor está en ruina inminente y hay que demolerlo de inmediato.
Los trabajos de derribo serán asumidos por la constructora Ortiz a partir de hoy mismo, a pesar de que hasta la semana que viene no estará cerrado el plan para la demolición, según anunció ayer el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón.
El grupo Ortiz tiene un contrato con el Ayuntamiento por el cual se encarga de las actuaciones de urgencia en edificaciones en esa zona de Madrid. Esta empresa, que lleva más de 20 años colaborando con el consistorio, se encargó de las tareas de demolición de los tristemente famosos Almacenes Arias, donde en 1987 fallecieron 10 bomberos en la extinción de un incendio.
Según aseguró ayer un directivo de la constructora a este periódico, aún es imposible calcular el coste que tendrá el derribo del Windsor. 'No sabemos si estará más cerca de 6 millones o de 30', afirmó. Junto a varios técnicos del ayuntamiento, los operarios de Ortiz se reunieron ayer para decidir por dónde comenzar a trabajar.
En todo caso, el coste del derribo, así como el plazo de la operación, se conocerán la semana que viene, una vez que se redacte un plan definitivo junto a la familia Reyzábal, propietaria del edificio. Lo único que aseguró ayer Gallardón es que ha solicitado a los propietarios que compartan la responsabilidad del derribo junto al consistorio.
La demolición será hecha desde el exterior, según explicó ayer Pilar Martínez, concejala de Urbanismo del ayuntamiento. Para ello, se montarán grandes grúas que, 'con mucha delicadeza y tacto', irán cogiendo las piezas, cortándolas y bajándolas al suelo. La demolición comenzará en las plantas más altas y llegará hasta la planta técnica inferior, en un arduo trabajo que en Ortiz no saben cuándo concluirá.
Un muro en El Corte Inglés
Una de las primeras medidas que se tomarán hoy será la construcción de un muro de separación dentro del edificio de El Corte Inglés para delimitar la demolición, dado que el centro comercial está unido con el edificio Windsor a través de dos plantas que han resultado dañadas. Detrás de ese muro, la compañía podrá comenzar su actividad. Además, el perímetro de restricción de la zona se reducirá de los actuales 500 metros a 60 metros. De este modo, muchos comercios y algunas oficinas colindantes, como el edificio Bronce y el de Seguros La Estrella, podrán retomar su actividad.Sólo quedará cortado un tramo de la calle Raimundo Fernández Villaverde y los túneles del complejo Azca a su paso por la zona del siniestro. De todos modos, Gallardón señaló ayer que las medidas podrán ser modificadas en función de las necesidades que surjan en las distintas fases del derribo.