El mercado, una delicia
El comienzo de año está resultando de lo más agradecido en términos bursátiles. Los mercados de valores europeos están apuntalando las subidas con escasa volatilidad y bastante volumen. Una delicia, vamos.
A estas alturas de ejercicio no hay ni una sola de las principales Bolsas europeas que esté en números rojos. Es más, las ganancias superan, de media, el 5% y lo superan de largo algunas plazas como la holandesa, cuyo índice principal gana un 7,4%, o la española, cuyo Ibex 35 acumula una subida del 6% desde enero.
Después de la debacle del año 2000 y sucesivos, la cautela se ha convertido en una máxima dentro de las casas de valores, muchas de las cuales han optado por posturas conservadoras a la hora de realizar predicciones para los mercados.
Como para 2004, para 2005 se prevén subidas en los mercados, pero de corte moderado; difícilmente superiores al 10%. De momento, la Bolsa española ya ha ganado lo que muchas casas de análisis preveían para todo el año, cuando ni siquiera han transcurrido aún dos meses de ejercicio.
El sentimiento es, sin lugar a dudas, optimista, incluso a pesar de que las perspectivas económicas para este ejercicio son moderadas; es decir, que se espera un ligero frenazo en el crecimiento.
La cara amable la están ofreciendo las compañías, cuyos resultados en general está siendo buenos, si no excelentes. Animación en el mercado, además, no falta, pues las opas y las fusiones están a la orden del día para solaz de los fondos de alto riesgo más avezados en técnicas de arbitraje.
Se cuentan a pares las compañías que están en máximos anuales e incluso en máximos históricos y sólo cinco de los valores que componen el Mercado Continuo están en números rojos a estas alturas del año.
Pero hay algo que se echa en falta. ¿Donde están los grandes valores? No están en pérdidas, eso seguro, pero tampoco lideran las subidas. Y esa es condición indispensable para que los máximos aguanten.