Tres meses de pulso hostil con el gigante
El pez pequeño desistió en su intento de comerse al grande. La quinta constructora del país llevaba meses cociendo el intento de asalto al BBVA, una operación que se salía de las previsiones de los analistas y del sector financiero. Y han pasado casi tres meses hasta que Francisco González, presidente del BBVA, respira tranquilo y ve como se alejan los nubarrones a 11 días de junta de accionistas.
La operación se hizo pública en una carta a la CNMV el pasado 30 de noviembre, una vez que el presidente de Sacyr, Luis del Rivero, contaba con el apoyo del consejo de la constructora. Pero Del Rivero ya había echado su primer pulso al consejero delegado del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, cuatro días antes. Le pidió cinco puestos en el consejo de administración asumiendo que ya controlaba el 8,1% del banco, lo que hizo saltar las alarmas en el banco.
En estos días, el presidente de Sacyr buscó el beneplácito del Gobierno en la operación. Habló con Miguel Sebastián, jefe de la Oficina Económica del Gobierno y Gonzalo Gil, subgobernador del Banco de España antes de llegar a Pedro Solbes, ministro de Economía, y Jaime Caruana, gobernador del Banco de España. Solbes se mantuvo 'neutral y frío', según señalaron fuentes cercanas mientras que Caruana llegó a contestar por escrito, y de forma ambigua, a Sacyr en una carta en el que señalaba que no creía necesario pronunciarse sobre la operación, ya que la participación a adquirir quedaba lejos de los umbrales del 5% o 'participación relevante' en los que el regulador está obligado a dar su aprobación.
Solbes avivó la polémica al abogar por la 'españolidad' del banco
Durante estos días, González, que celebra el consejo del BBVA, se embarca en una campaña para recabar apoyos y trata de despejar dudas sobre su posible dimisión.
El 2 de diciembre se produce el primer desencuentro tácito con plantón de la constructora a González y se produce la negativa oficial a la oferta de Sacyr. Y mientras que el Banco de España rechaza en varias ocasiones dar su apoyo explícito a la operación, el 15 de diciembre, el consejo de Sacyr amplia en un mes el plazo inicial de una semana, para la compra.
La batalla está servida y González arremete contra aquellos que pretenden 'dividir', a la vez que Del Rivero insiste en su intención de dar estabilidad al banco. Solbes insta a las entidades a dialogar y llegar a una solución de compromiso que garantice la estabilidad del banco y aviva la polémica al abogar por la 'españolidad' del banco. Precisamente en estos días, el consejo de Sacyr, aprobó eliminar los plazos y autorizar 'sine día' a su presidente para llevar a cabo la adquisición.
Embarcado en el caso de las supuestas irregularidades por el caso FG Valores, González, presenta, el 26 d enero, los mejores resultados de su historia con un incremento del 25,8% en los beneficios hasta los, 2.802 millones de euros. La tranquilidad de González no impidió que Del Rivero insistiera por última vez, el 11 de febrero, en que la operación seguía en marcha, vinculada al dialogo con el banco.
Abelló, principal damnificado
Una de las principales consecuencias que han tenido la operación fallida de Sacyr es que uno de sus consejeros, Juan Abelló, ha tenido que dimitir del consejo del Santander. El respaldo al presidente de la quinta constructora del país, Luis del Rivero, en su idea de convertirse en accionista de referencia del BBVA, le ha costado esta renuncia.El día 15 de diciembre, el mismo día que Sacyr anuncia que el consejo da a Del Rivero un mes más para ejecutar la operación, Abelló presenta su dimisión como consejero del Santander, banco en el que controla el 0,2%.Amigo del presidente del SCH, Emilio Botín, Abelló le remite una sentida carta para explicar por qué deja el consejo de este banco. 'Siento dejar el Santander', dice, 'para mí ha sido motivo de orgullo haber pertenecido a este consejo'.Su presencia en el primer banco del país fue una de las razones esgrimidas por el BBVA para considerar el intento de Sacyr 'inconveniente'.Desde el principio, Sacyr explicó que Abelló y otro consejero, Demetrio Carceller apoyarían la operación comprando en torno al 0,5% del capital del BBVA. La constructora no ha dado datos sobre si esta participación se ha adquirido, ya que considera que no es de su competencia.