El Poder Judicial estima que unos 5.000 juicios se retrasarán
El Consejo General del Poder Judicial pidió ayer a los jueces que 'adopten las medidas oportunas' para evitar que 'un hecho de tan extraordinaria magnitud' ponga en peligro la aplicación de los principios de defensa y contradicción que asisten a las partes. Se refieren a las dificultades con las que pueden encontrarse los profesionales de Garrigues y de la rama legal de Deloitte para continuar con sus procesos en la defensa de los intereses de sus clientes.
La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) pidió ayer a las salas de gobierno de los distintos tribunales que adopten medidas para evitar que 'un hecho de fuerza mayor', como 'el devastador incendio' que ha afectado al edificio Windsor, donde tenían sus despachos dos firmas de abogados, Garrigues y Deloitte Asesores y Abogados Tributarios, impida a los letrados de estos bufetes desarrollar su trabajo adecuadamente.
El portavoz del CGPJ, Enrique López, cifró ayer en más de 5.000 los procedimientos judiciales que pueden verse afectados por retrasos debido a que están personados en ellos abogados de ambas firmas. æpermil;stas notificaron el pasado lunes su situación al órgano judicial 'de cara a la computación de los plazos y de las notificaciones en los procedimientos en los que están involucrados los abogados que protegen los intereses de sus clientes', como rezaba, por ejemplo, el escrito presentado por Deloitte.
En este sentido, Enrique López recordó ayer que el artículo 134 de la Ley de Enjuiciamiento Civil establece que los plazos no son prorrogables salvo por 'fuerza mayor'. Y, evidentemente, en opinión de los abogados, éste es uno de esos casos. 'Es quizá la situación más anómala que se ha vivido nunca en España' señalaban ayer fuentes de Garrigues.
El Poder Judicial pide a los juzgados que permitan un sistema de fotocopiado de los papeles perdidos en el incendio cuyos originales pueden encontrarse en los tribunales. También el presidente del Consejo General de la Abogacía (CGAE), Carlos Carnicer, pidió el pasado lunes solidaridad para todos los abogados y despachos afectados por el incendio, y recordaba que la solidaridad entre bufetes, en estas circunstancias, es una práctica normal en el mundo jurídico. Muchos abogados se pusieron ayer en contacto con ambas firmas para poner a su disposición tanto la posibilidad de acordar aplazamientos como de suministrar copias de algunos documentos.
Mientras, un juzgado de Madrid ha abierto diligencias y ha pedido a la policía judicial que lleve a cabo las investigaciones necesarias sobre el incendio. Es una respuesta a la demanda interpuesta por Deloitte, en la que daba cuenta del incendio que les ha hecho perder su sede social en Madrid. Fuentes de la auditora aseguran que la demanda no es más que un trámite administrativo para comunicar la desaparición de su sede social y que sólo cuando se conozca el resultado de las investigaciones se decidirá si presenta una querella contra alguien.
De momento, las firmas se afanan en encontrar un lugar para alojar a sus trabajadores. Ambos se enfrentan a importantes problemas. Deloitte necesita espacio para más de 1.200 trabajadores. Y aunque Garrigues busca un espacio menor, es conocida su intención de trasladar todas sus sedes madrileñas a la calle Hermosilla antes de que acabe el año. El posible arrendador sabrá por tanto de antemano que se trata sólo de un alquiler temporal. Lo que sí ha encontrado ya Garrigues es un lugar en el que alojar sus ordenadores centrales.
LLegan refuerzos
Deloitte ocupa desde ayer una planta y media de Torre Picasso. Para algunos es una 'vuelta a casa', incluso a su mismo despacho, porque allí estuvo la sede de la firma hasta la absorción de Andersen. Hoy recibirán 400 ordenadores con los que poder trabajar.
La esperanza de Garrigues y Deloitte, en la planta 3
Los ojos de todos los profesionales de las firmas Deloitte y Garrigues, las más afectadas por el incendio del Windsor, están pendientes de lo que suceda tras la entrada, prevista para la madrugada de hoy, de los bomberos a lo que queda del rascacielos.Será la valoración de los expertos sobre el estado del edificio lo que permita a Deloitte y a Garrigues recuperar o no el contenido de la planta 3 del edificio, a la que no llegó a afectar el fuego. En ese piso se encuentran los servidores centrales de ambas empresas que ayer se mantenían expectantes para ver si es posible recuperar los aparatos y si éstos continúan operativos. Precisamente la recuperación de la gestión documental es una de las preocupaciones de los responsables de ambas firmas. 'Pero sólo en el momento en el que podamos acceder al edificio sabremos si podemos recuperar las cintas', señalaban fuentes de Garrigues, que reconocían que de ser posible, 'aceleraríamos mucho la vuelta a la normalidad'.Pero incluso con la esperanza en recuperar los datos acumulados en los ordenadores centrales, ambas empresas reconocen que el trabajo que les queda por delante es muy duro.