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Angustia en un crucero español por el Mediterráneo

Todo quedó en un susto. Lo que era un pacífico crucero de recreo por el Mediterráneo se convirtió en una aventura con tintes dramáticos que acabó con final feliz. El crucero Grand Voyager, que se averió entre Menorca y Cerdeña en medio de un fuerte temporal, consiguió, tras cuatro horas de angustia, poner rumbo al puerto de Cagliari (Cerdeña).

El buque, a bordo del cual viajan 474 pasajeros, en su mayoría españoles, y 313 tripulantes, se dirigía al puerto de Barcelona para poner fin a un crucero por el Mediterráneo, con salida y llegada en la Ciudad Condal y escalas en Livorno, Civitavecchia, Mesina, Dubrovnik, Malta y Túnez.

El Grand Voyager, con bandera de Bahamas, se averió cuando se encontraba a 65 millas al sudeste de Menorca y una ola rompió una de las ventanas del puente de mando. El agua provocó un corte eléctrico y causó el fallo en las comunicaciones y en la propulsión, alrededor de las 10 (hora peninsular).

Iberojet, compañía que opera el crucero, fletará vuelos especiales para la repatriación de los pasajeros del buque, que tiene previsto llegar hoy a Cagliari

Tras recibir la señal de SOS, Salvamento Marítimo movilizó los remolcadores Antártico y Remolcanosa 80, que partieron de Valencia y Palma, respectivamente, para asistir el crucero. Además, un helicóptero del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) del Ejército español y dos aviones de reconocimiento franceses sobrevolaron la zona donde quedó averiado el Grand Voyager, mientras que el helicóptero de Salvamento Marítimo Helimer Mediterráneo permanecía a la espera en Menorca, por si fuera necesaria su intervención.

El centro de La Garde (Francia) coordinó estas operaciones, ya que el Grand Voyager navega en una zona de cobertura del Salvamento Marítimo galo.

Tras cuatro horas en las que el crucero no llegó a quedar a la deriva, ayudado por la propulsión de un único motor, a las 14 horas, la tripulación consiguió reactivar manualmente dos de los cuatro motores del buque. El barco puso dirección al puerto sardo de Cagliari, una vez descartado el puerto de Mahón, cerrado por el temporal. El centro de La Garde ordenó entonces que todos los medios de Salvamento Marítimo, incluidos los remolcadores, regresaran a sus bases.

Está previsto que el Grand Voyager, que navega acompañado del carguero de gas británico Gimmi, el cual respondió a la señal original de alerta, arribe en las primeras horas de hoy a Cagliari. Iberojet, compañía que opera el crucero averiado, fletará hoy vuelos especiales para la repatriación de los pasajeros del buque.

Durante el tiempo que permaneció activo el operativo español, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, mantuvo 'contacto permanente' con la Dirección de Salvamento Marítimo para poner a su disposición 'todos los medios necesarios', con el fin de garantizar la seguridad de los ocupantes del barco, expuso el Gobierno español en un comunicado.

El Grand Voyager es un moderno crucero, considerado por la empresa como el 'más rápido del mundo', tiene 180 metros de eslora, 26 de manga, alcanza una velocidad de crucero de 28 nudos y su capacidad es de 836 pasajeros y 360 tripulantes.

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