'Entonces, ¿trabajamos hoy o no?'
Los guardias de seguridad de uno de los rascacielos cercano a la torre siniestrada en la madrugada del sábado al domingo eran las únicas personas que ayer ocupaban el edificio. 'Nosotros es que somos de otra pasta', bromeaba uno de ellos.
Los empleados que trabajan en esas oficinas, como muchos otros de edificios cercanos a la zona siniestrada, acudieron ayer a sus puestos sin saber de antemano si trabajaban o no. 'Han venido algunos y tal como han llegado se han marchado', apuntaba uno de los vigilantes.
'A nosotras nos avisaron ayer que podíamos venir a trabajar', señalaban unas empleadas de Telecom -cuyas oficinas se encuentran a poca distancia de la torre Windsor- que observaban desde la calle el esqueleto de hormigón y acero chamuscado mientras apuraban unos cigarrillos. 'Pero hemos tardado bastante en llegar, hemos tenido que hacer muchos transbordos; podían haber puesto una línea especial de autobuses'.
La opción del teletrabajo se impuso ayer en los edificios de oficinas afectados
A primera hora de la mañana todavía no estaba claro cuál era la zona de seguridad delimitada por el Ayuntamiento de Madrid. Aproximadamente la zona acordonada ocupa unos 500 metros alrededor de la torre Windsor.
Los empleados de una cafetería de la zona aguardaban en la calle a saber si iban a trabajar. '¿Entonces, trabajamos hoy o no?', comentaba una empleada. 'Yo me niego', advertía uno de ellos, '¿estarías tú tranquilo con eso ahí?' preguntaba señalando al rascacielos derruido. 'Si eso cae, después vamos nosotros; todavía no nos han dicho si tenemos que cerrar o no, no ha venido nadie del Ayuntamiento', se quejaba. Sin embargo, otra cafetería colindante con aquella sí había decidido abrir. 'Ese está loco', afirmaban.
'No sabíamos lo que nos íbamos a encontrar' manifestaba el encargado de un bar abierto cercano a la zona del siniestro. 'Hemos venido y nadie nos ha dicho que dejemos de trabajar, pero normalmente esto a estas horas suele estar lleno de gente'.
Además de los rascacielos más cercanos a la torre Windsor, numerosos comercios se vieron obligados ayer a cerrar sus puertas. Y los que estaban abiertos a penas tuvieron actividad.
Los 1.400 empleados del BBVA que trabajan en la sede del banco, situada a unos 500 metros de donde se encuentra en el edificio siniestrado, sí pudieron ayer acudir a sus puestos. También los de la aseguradora Axa, cuyo edificio se encuentra al lado del banco español. Los trabajadores de El Corte Inglés, uno de los inmuebles más afectados, fueron en su mayoría desplazados a otros centros.
Un grupo de empleados de una notaría situada en un edificio emplazado en la zona acordonada abandonaban sus oficinas. 'Hemos cogido los ordenadores y algunos documentos' explicaban. 'Trabajaremos desde casa conectados con los teléfonos móviles y los ordenadores'. La opción del teletrabajo fue ayer la más seguida por las plantillas de oficinas afectadas. Las previsiones del servicio de emergencias apuntan a que el cordón de seguridad se mantenga hasta mañana o incluso el miércoles.
A medida que avanzaba la mañana las calles cercanas al centro financiero de Madrid se llenaban de curiosos que con sus teléfonos móviles tomaban fotografías de lo que queda del rascacielos. Los coches que circulaban por el Paseo de la Castellana aminoraban la marcha ralentizando aún más el tráfico. Un joven con mochila a la espalda radiaba por el móvil la imagen del inmueble incendiado: '¡Qué flipe!'.
Graves daños en El Corte Inglés
El edificio de El Corte Inglés situado al lado del edificio Windsor 'está afectado por el siniestro porque hay estructuras que comparte con el rascacielos', indicó el jefe del departamento de extinciones de los Bomberos de Madrid, Fernando Munilla, a la agencia Efe. 'Hay cuerpos de edificación de dos plantas de El Corte Inglés que están maclados adosados con el edificio de Windsor por la parte trasera'. Según Munilla el inmueble que ocupa la compañía 'es el más dañado'.En el Corte Inglés de Nuevos Ministerios trabajan 2.100 profesionales que en su mayoría han sido destinados a otros centros con los que cuenta la cadena en Madrid. La compañía 'realizará todos los esfuerzos necesarios para reanudar su actividad normal en el centro comercial tan pronto como sea posible', comunicó la empresa.En la zona acordonada de seguridad fueron incluidos el edificio Trieste, propiedad de Estrella Seguros, el edificio Bronze y diversos comercios de las calles Orense y Raimundo Fernández Villaverde, además de la mayor parte del centro comercial de El Corte Inglés.