Desequilibrio comercial
La entrada de China como potencia comercial ha dinamitado todos los equilibrios establecidos desde finales de la Segunda Guerra Mundial. El gigante asiático, que pugna por ser reconocido como economía de mercado, ya constituye el tercer exportador mundial, sólo superado por EE UU y Alemania.
En gran parte de países, la relación comercial con China ha devenido en uno de los objetivos centrales de la política económica. Sin embargo, el ejemplo estadounidense no habla en favor de la apertura hacia China: el 25% del gigantesco déficit comercial de Estados Unidos se debe al intercambio con Pekín.
Como portaaviones exportador sin par, China amenaza con profundizar el desequilibrio de las naciones con las que comercia. La industria china es el destino de gran parte de la exportación mundial de capitales. Y los salarios de sus obreros son paupérrimos. ¿La oportunidad china no será, en el fondo, un peligro?