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Rentabilidad

El ahorro gana interés

Ni en la red ni en la oficina. La batalla que un día libraran los bancos y las cajas por hacerse con el ahorro de los españoles, y que tuvo como telón de fondo internet, ha dado paso a un escenario en el que para lograr atractivas rentabilidades hay que optar por cambiar constantemente de entidad o apostar por las fórmulas mixtas.

Cuando el objetivo es lograr rendimientos positivos, es decir, rentabilidades que superen la inflación (3,1%, según el último dato publicado), el panorama se antoja harto complicado. De la oferta actual que hay en el mercado, sólo tres entidades ofrecen un interés que no sólo supera el IPC, sino que recuerda las tasas que desataron la lucha del pasivo de hace unos años. Eso sí, en todos los casos, la rentabilidad no queda más que en mero gancho, ya que sólo se asegura el alto interés a los nuevos clientes. Esto sucede con las ofertas de Patagon e ING, que ofrecen la posibilidad de lograr el 6% TAE (5,84% nominal), durante el primer mes, o Activobank, que engancha a los usuarios con una imposición a tres meses al 4,5% TAE (4,43% nominal).

En lo que a depósitos tradicionales -totalmente exentos de riesgo- se refiere, éstas son las ofertas que permiten arañar algún tipo de rentabilidad, ya que, aunque la mayoría de entidades contempla en su oferta de pasivo alguna imposición de estas características, la ganancia, descontada la inflación, puede convertirse en pérdida de poder adquisitivo. Así sucede prácticamente en todos los casos, ya se trate de cuentas de alto interés, que no ofrecen más del 2,5%, o depósitos.

Estructurados, combinados o crecientes

Y es que, con los tipos de interés oficiales en la zona euro en el 2%, son pocas las entidades dispuestas a arriesgar sus márgenes a cambio de aumentar unos puntos su cuota de mercado. Tanto en los plazos cortos como en los más largos y fiscalmente más ventajosos (las imposiciones cuyos vencimientos superan los dos años), las rentabilidades en pocos casos superan el precio oficial del dinero. Aunque hay excepciones, como la de Unicaja, que en determinados casos y cumpliendo algunas condiciones (contratar un mínimo de 6.000 euros y mantenerlo tres años y tres meses) puede llegar a pagar un interés del 9%.

Bien es cierto que en los depósitos de plazos superiores a los dos años hay que tener en cuenta su ventaja fiscal, y es que en estos casos, el 40% de los intereses está exento de tributación. Una opción asequible sobre todo para aquellos que no quieren asumir ningún tipo de riesgo con su inversión. Y es que la alternativa a estas imposiciones tradicionales la configuran las fórmulas mixtas, bien en forma de depósitos estructurados, combinados o crecientes.

En estos casos, y salvo excepciones, el cliente asume o el riesgo de no ganar nada si las condiciones del depósito no se cumplen o, en el peor de los casos, perder parte del capital invertido inicialmente. Esta suposición se da, sin embargo, en casos contados. Ahora, la tendencia de las entidades pasa por garantizar el capital inicial.

Pero no todas las fórmulas mixtas funcionan igual. Los depósitos crecientes, por ejemplo, permiten aumentar la rentabilidad año tras año, siempre que el capital no se reembolse antes de la fecha de vencimiento. En el caso del Popular, a partir de un mínimo de 6.000 euros se puede lograr el último de los tres años que dura un 3% TAE. El Sabadell también contempla uno de estos depósitos en su oferta. En su caso, en 25 meses el cliente consigue un 2,15% nominal.

Un rendimiento superior permiten obtener algunos otros depósitos combinados, en los que la mitad de la inversión se remunera, por lo general, a un tipo fijo que puede alcanzar hasta el 10%. Así sucede en Ibercaja si se contrata el Ibercaja Valor 7, y durante un plazo muy corto -habitualmente inferior o igual a seis meses-, y el 50% restante se invierte en un fondo, como sucede en el Duplex Patagon (que permite lograr el 6% TAE en tres meses con la mitad de la inversión y el resto se liga al comportamiento de un fondo), en varios fondos como sucede en Activobank; o se liga a la evolución de una cesta de valores (caso del Ibercaja Valor 7. En este caso la rentabilidad depende de la menor subida que registren las acciones de Telefónica, Endesa, Repsol, SCH y BBVA); de varios índices; o de uno sólo (Doble Depósito IV de BBVA, en el que el 50% de la inversión es retribuido al 2,75% TAE, y el 50% restante al 2,75% más el 75% de la revalorización media del Ibex 35). En el caso de Citibank, se intenta sacar partido de la depreciación de una divisa.

Además de éstos, existe otra alternativa: los depósitos estructurados, donde, si se cumplen las condiciones establecidas para lograr la rentabilidad prometida, se consolidan las ganancias, aunque esto no sucede en todos los casos.

Estas fórmulas ofrecen al cliente la posibilidad de lograr rentabilidades más atractivas. Sin embargo, en estos casos conviene conocer el riesgo que se asume, y no quedarse solamente con el interés prometido para la mitad de la inversión, así como el plazo que se obliga a mantener la inversión y las comisiones de reembolso que se cobran en caso de querer liquidar la imposición.

Por el momento, y dada la lejana posibilidad de una pronta subida de tipos (los futuros sobre el euribor no la prevén hasta fin de año), éstas parecen ser las únicas alternativas a la Bolsa y los fondos.

Algunas entidades ofrecen un 6% como gancho

Rentabilidad envuelta en regalos

Una de las opciones más manidas por bancos y cajas cuando el precio del dinero oficial no da tregua a las altas rentabilidades es comercializar depósitos con remuneraciones en especie. Baterías de cocina, cámaras digitales, televisiones o equipos de música son algunos de los objetos que previo depósito del importe reclamado puede lograr el partícipe. Cada uno de estos 'regalos' es equivalente a un tipo de interés según el objeto y el plazo que se mantenga.Caixa Catalunya y Banco Sabadell son algunas de las entidades que actualmente comercializan alguno de estos depósitos. En el primer caso, y a partir de 2.200 euros a 18 meses (1,62% TAE), un cliente de esta entidad puede hacerse con una olla a presión. Si por contra invierte 18.000, en el mismo periodo consigue una televisión (1,7% TAE).En el caso del Sabadell, los depósitos ofrecen además un equipo de cine en casa (10.500 euros a 25 meses 1,48% TAE) y una batería de cocina (13.900 a 12 meses 1,21%). En estos casos, como en las imposiciones tradicionales, hay que tener en cuenta que, aunque el interés venga envuelto en un regalo, también hay que rendir cuentas a Hacienda.

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