SCH reflejó en sus cuentas los contratos jubilación con un año de retraso
Los balances del Banco Santander Central Hispano (SCH) no empezaron a reflejar los efectos del "bonus" de jubilación del ex co presidente, José María Amusátegui, y el ex consejero delegado Angel Corcósegui hasta el año 2000, pues en el año de su aprobación -1999- la normativa no les obligaba, según ha explicado José Manuel Tejón responsable del asentado financiero del Grupo Santander.
La sesión de hoy del juicio oral sobre las jubilaciones millonarias del Santander trató este hecho, tras la declaración de ayer del inspector Lammamie de Clairac, quien aseguró que el Banco de España no conoció estos contratos hasta el último trimestre del 2002.
Sin embargo, Tejón ha indicado que el Banco de España recibió información verbal de los contratos de Corcóstegui, en febrero de 2002, y de Amusátegui, en marzo del mismo año, por un montante de 43,8 y 108,1 millones de euros.
La declaración de este testigo evitó que se tuviese que llamar a declarar al director jurídico del Banco de España, Francisco Javier Priego, a quien las acusaciones particulares querían incluir en un careo con Lamamie de Clairac para verificar los hechos.
El organismo supervisor cuenta, según Tejón, con más de una
veintena de inspectores que hacen un "seguimiento continuado" del grupo SCH y, con la nueva normativa que entró en vigor el año 2000, se decidió dotar el bonus de 43,8 millones, partido entre los ejercicios del 2000 y del 2001.
Como exigían las normas
El interventor coincidió además con el auditor externo de
Deloitte en el grupo SCH, German de la Fuente, en que los contratos no debían figurar en las memorias y que "su efecto contable" fue incluido como exigían las normas.
Ambos destacaron igualmente que el bonus y el complemento de jubilación de Amusátegui y Corcóstegui no pueden incluirse dentro del tope legal del 5 por ciento de los beneficios del banco, cantidad establecida por los estatutos para las remuneraciones de los consejeros.
Los dos, como consejeros ejecutivos, recibían retribuciones que no eran propias de los miembros ordinarios del Consejo de Administración y, remachó Tejón, "siempre fue así en el Banco Santander".
El interventor general dijo que el Banco de España, "que siempre regaña y nunca felicita", "no dijo nada" sobre el bono de jubilación de Amusátegui y que, en noviembre de 2002, pidieron formalmente información para hacer un informe, dentro de la instrucción que seguía la juez Teresa Palacios en la Audiencia Nacional.