Barayo cerrará en marzo y dejará a 362 trabajadores sin empleo
La dirección de Barayo, antigua Miniwatt, con fábrica en la Zona Franca de Barcelona, ha anunciado al comité de empresa que cesará en su actividad, el próximo mes de marzo, y dejará sin empleo a 362 trabajadores.
La empresa, en un comunicado, "el continuado deterioro del mercado de tubos catódicos ha provocado unas pérdidas en Barayo de 73 millones de euros en los últimos cuatro años. Este hecho, unido al descenso de los precios del mercado y al impacto adverso de la paridad euro/dólar, hace inviable la continuidad de la compañía".
La confirmación oficial llega una semana después de que la empresa anunciara al comité, en una reunión trimestral ordinaria, que las pérdidas eran muy importantes aunque sin avanzar a los representantes de los trabajadores el cese de la actividad.
Comisiones Obreras ha exigido a Philips y a las administraciones públicas catalanas y españolas que elaboren propuestas para evitar el cierre definitivo de las plantas productivas de la multinacional en España.
Por su parte, UGT de Cataluña ha reclamado al ayuntamiento de Barcelona que "esté expectante" para que no se cometa un "atropello" con la recalificación de los terrenos de la Zona Franca en la que está ubicada la empresa Barayo. El secretario general de la federación del metal de sindicato en Cataluña, Manuel Gallardo, ha indicado que el patrimonio económico que suponen los terrenos "debe comprometerse" para poder afrontar un plan social con el que indemnizar a los trabajadores afectados.
Niega deslocalización
La empresa asegura que "LG Philips no va a trasladar la producción de tubos catódicos a ningún otro país debido a la grave situación de esta industria". "El cierre de Barayo no se debe a una deslocalización, sino a una situación irreversible del mercado de tubos catódicos ", se precisa en el comunicado.
La dirección de la compañía ha entregado hoy a los comités de empresa de Barayo y de Barayo Proyectos un informe sobre la viabilidad del negocio que, según la empresa, tuvo unas pérdidas el pasado 2004 de 31,3 millones de euros, un 55% más que en 2003, por lo que "la situación actual de Barayo, con unos fondos propios negativos de 30,5 millones de euros, es insostenible".
La empresa sostiene que además de una situación del mercado "en claro declive" su competitividad se agrava debido a los salarios elevados de sus empleados, que cifra en un 85% superiores a los del convenio del sector siderometalúrgico, al 15% de absentismo, a un 5,5% de horas efectivas de trabajo por persona menos que el citado convenio de la provincia de Barcelona y un 13% menos del nivel de productividad del personal.
La producción de Barayo ha pasado de 4,3 millones de tubos catódicos a 2,1 en 2004, "acumulando unas pérdidas crónicas año tras año".