La metamorfosis de las 'telecos'

La desregulación del mercado, aguijoneada por las grandes transformaciones tecnológicas, ha provocado reestructuraciones empresariales muy significativas en los últimos años. La última, con una notable importancia simbólica, es la venta de AT&T a SBC Communications, una de las siete empresas surgidas del obligado desmembramiento de la que alguna vez fue la mayor empresa del mundo y el mayor monopolio del sector. AT&T, nacida hace 130 años como resultado directo de la invención del teléfono, es un claro ejemplo de la metamorfosis en el mundo de las empresas y, en particular, de las telecomunicaciones. Así, SBC, una de las siete baby bells surgidas de la división de AT&T, pagará 16.000 millones de dólares por su ex compañía madre.

Este precio se considera como exagerado por el mercado, pues el canto del cisne de AT&T surge de la falta de rentabilidad del negocio de la telefonía de larga distancia. Para los partidarios de la desregulación, sus mecanismos han funcionado. Pero para la compañía hoy en desaparición no ha sido así, ya que su negocio ha dejado de ser rentable. En este sentido, desregulación y cambio tecnológico, sumado quizá a una deficiente gestión, han terminado con uno de los emblemas empresariales de EE UU y del mundo.

Sin embargo, la adquisición de AT&T abre grandes interrogantes sobre el futuro de SBC, que es la segunda operadora telefónica regional estadounidense. La nueva era de la telefonía móvil, cada vez más avanzada, el acceso a Internet por banda ancha y la aplicación de la tecnología sin cables a la telefonía fija son los mayores desafíos que deberá afrontar SBC, devenida ahora en un competidor de nivel internacional. Y no sólo ella. Pues la época de cambios y fusiones en el sector no ha concluido, sino que se renueva sin cesar en todos los mercados.