'La literatura rasga silencios'
La palabra pudor tiene dos acepciones: la primera, honestidad, modestia, recato; la segunda, hedor. El recato, el miedo de las personas a desnudarse, impide la comunicación y conduce a la soledad. Sobre esta idea, Santiago Roncagliolo (Lima, 1975) construye su novela Pudor, editada por Alfaguara. 'La intimidad es esa parte de los otros que no conocemos y sobre la que siempre nos preguntamos', comenta el escritor, a quien le gusta imaginar las historias de sus novelas como un espejo de lo que uno no quiere ver. 'La literatura es una manera de rasgar silencios, de hablar de cosas que no se cuentan'.
El lector se cuela por las páginas de la novela en las habitaciones de una familia y se entera de sus intimidades. 'Todos hemos crecido con una imagen de lo que deberíamos ser. Construimos versiones de la vida que nos permiten estar tranquilos con nosotros mismos'. Santiago Roncagliolo experimenta, como en un laboratorio de pruebas, qué pasa cuando las versiones de la vida de estos personajes chocan con la realidad y se vienen abajo.
El padre va a morir, la madre es deseada por un extraño que penetra en su vida, la hija descubre el amor con una persona de su mismo sexo sin estar preparada, el hijo ve fantasmas, el abuelo se enamora de una persona que es casi un vegetal. 'Todo ello colapsa las cosas que hacían que su vida fuese segura y tuviera sentido', explica.
El tema del sexo está muy presente en la novela en diferentes fases. 'Es interesante como la gente materializa en su cuerpo sus propios fantasmas, miedos, obsesiones, preocupaciones, alegrías'. Al escritor le interesaba retratar las distintas relaciones que tienen con su cuerpo los protagonistas, que son de la misma familia pero no tienen forma de comunicar lo que les pasa.
El autor no cree que la incomunicación sea un problema actual. 'Todas las sociedades se basan en mayor o menor grado en la mentira'. Pudor habla sobre esas mentiras con que las personas se protegen de su desnudez, moral o afectiva, ante los demás. El consumo o la cirugía estética son algunas maneras de cubrir la intimidad.
Santiago Roncagliolo, uno de los máximos representantes de la nueva hornada de autores peruanos, se introduce en la mente de sus personajes. 'Para que tengan vida, sean verosímiles, necesito que los personajes traduzcan cosas que yo siento'. La literatura tiene ese doble valor, reconoce, 'es una vía de escape de la vida real y te hace reflexionar sobre ella'.
El final de la novela queda en el aire. El autor permite al lector la entrada en las habitaciones de los personajes, pero después cierra las ventanas y ya no ve más. 'Las historias con comienzo, nudo y desenlace son un poco artificiosas. La vida tiene momentos de humor, suspense y tragedia'.
El lector se cuela a través de las páginas de Pudor en las habitaciones de los miembros de una familia para descubrir su vida íntima
Influencia de los autores anglosajones
La influencia del cine es absoluta en la literatura de este escritor peruano, residente en Madrid. 'Escribo las películas que me gustaría ver', admite. Además, escribir un libro es cinco millones de dólares más barato que hacer una película, y en definitiva lo que a él le interesa es contar historias. En sus novelas se funden el cine independiente americano, el humor negro inglés, Stephen King, los Simpson o su experiencia como guionista de telenovelas.El escritor, que ha sido también periodista, traductor, negro literario y autor de discursos políticos en Perú, se reconoce deudor de la literatura anglosajona, 'tiene un nivel de cercanía del que disfruto mucho, mientras que la literatura latinoamericana se ha hecho más elitista, más académica'. Todas sus influencia son americanas, y eso que nunca ha puesto un pie en EE UU y que no le dejan entrar. 'Las autoridades no tienen claro que prefiera ser escritor en España antes que limpiar baños EE UU'.