'No doy trascendencia a la investigación de Anticorrupción'
El presidente del BBVA, Francisco González, no se desvió prácticamente ni un ápice de la defensa que ha seguido el banco hasta ahora ante las supuestas irregularidades cometidas en la venta de FG Valores en 1996 y las intenciones de la constructora Sacyr Vallehermoso de entrar en el capital y consejo del banco.
González subrayó que todo lo que ha hecho en su vida profesional es 'publicable y moralmente aceptable', a pesar de que considera que algunos están intentando probar lo contrario y no descarta que aparezcan más informaciones en su contra.
El banquero, que se mostró ayer en la rueda de prensa de presentación de resultados relajado, aseguró en relación a la venta de FG Valores que 'sé lo que se hizo y cómo se hizo', y recordó que la investigación realizada por la CNMV terminó con su archivo.
El ejecutivo también aclaró que decidió no acudir el miércoles pasado a la CNMV cuando su presidente, Manuel Conthe, le sugirió esta posibilidad para que diera su versión de los hechos, comentó que 'no sabíamos si era un expediente, una información, desconocíamos la base jurídica de esa actuación, y el presidente de un banco no puede trabajar o decidir sobre la marcha cuestiones que claramente tiene que decidir conjuntamente con sus asesores'.
Coincidiendo, precisamente, con la rueda de prensa, se conoció que la Fiscalía Anticorrupción decidió abrir de oficio el pasado 24 de enero diligencias informativas sobre las presuntas irregularidades en venta de FG Valores.
Pero el presidente del BBVA le restó importancia. 'No tiene trascendencia. No le doy ninguna importancia'. Conthe, por otra parte, aseguró ayer que remitirá a finales de esta semana o principios de la que viene la documentación solicitada por la Fiscalía.
Sobre las intenciones de Sacyr de entrar en el consejo del banco tras antes adquirir el 3,1% de su capital, González volvió a remitirse al comunicado del consejo del banco del pasado 2 de diciembre. En él el consejo rechazaba de plano su incorporación al máximo órgano de gobierno de la entidad.
González añadió que el BBVA 'por su tamaño, por su presencia internacional, por su solvencia, y por su rentabilidad no tiene que tener un núcleo duro de accionista, porque tampoco lo tienen el resto de instituciones internacionales. Ni tiene ni necesita un núcleo duro', insistió. Para concluir asegurando que 'el que quiera protección, que la pida. Nosotros no necesitamos protección'.
El banquero también restó importancia a las declaraciones del ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, realizadas hace unas semanas en las que defendía la españolidad del accionariado del BBVA, al asegurar que no creía que 'las intenciones de Solbes no eran entrar en esas definiciones'.
González aprovechó para hacer un guiño al Ejecutivo que preside Rodríguez Zapatero al afirmar que se siente 'muy optimista' respecto a España. Y afirmó que las relaciones que mantiene con el Gobierno son 'las normales entre un presidente de un banco privado y el Ejecutivo'.
El presidente del banco sostiene que su puesto 'es codiciado por mucha gente'
El presidente del BBVA no quiso ayer comentar si existe una campaña de descrédito contra su persona, y se limitó, en principio, a afirmar que su función debe ser 'dirigir este banco que está saliendo muy reforzado de todo esto'. Y añadió que si existiera una campaña contra él que 'sigan a ver si se aburren algún día'. En tono irónico dijo que 'mi puesto es muy codiciado por mucha gente'. Estas declaraciones las realizó en referencia a la investigación cerrada ya por la CNMV sobre la venta de FG Valores y las aspiraciones de Sacyr de entrar en el consejo del banco, matizadas en estos días al vincular esta operación a establecer un diálogo con el consejo del BBVA. El banquero aclaró que 'todo este ruido que se está armando no es positivo para España'. Pero quiso poner una puntada de optimismo al afirmar que la buena noticia de todo esto es que este país funciona, ya que hay una sociedad civil que responde 'cuando hay una injusticia, una calumnia, o un movimiento espurios sobre personas o entidades'. El presidente del segundo banco español añadió en relación a la hipotética campaña desatada sobre su persona que une 'más' al consejo. Además, explicó González, que durante estas últimas semanas le han llamado y escrito miles de clientes y accionistas dándole su apoyo. Por esta razón, y tras intentar recabar el mayor número de accionistas, sobre todo de los fondos de inversión, para que apoyen la gestión del banco en la junta de accionistas del próximo 26 de febrero, ha conseguido 'no mucho, sino muchísimo apoyo accionarial'. El banquero volvió a reiterar como en otras ocasiones que su sucesor natural es el consejero delegado del banco, José Ignacio Goirigolzarri.Mientras el presidente del BBVA presentaba los resultados del banco, las reacciones políticas a la decisión de la Fiscalía Anticorrupción de abrir diligencias sobre la venta en 1996 de FG Valores se sucedían. Pedro Solbes afirmaba al respecto que esta decisión 'no le merece ninguna opinión'. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por su parte, defendió la autonomía judicial, mientras que el PP pidió al Gobierno que dé instrucciones a Anticorrupción para paralizar estas diligencias. IU pidió en su día la intervención de la Fiscalía en este caso.
FG percibiría 51 millones si cesase ahora
En el informe de gobierno corporativo, el banco incorpora, por primera vez, una especificación sobre los contratos de sus altos ejecutivos -suscritos en 2001 a favor del presidente y consejero secretario general, y en 2002 para el consejero delegado- que fija el derecho a percibir una indemnización por cese para el presidente, el consejero delegado y el secretario general. En el caso de cese por causa no debida a su propia voluntad, jubilación, invalidez o incumplimiento grave de sus funciones, el BBVA pagará una indemnización consistente en la cantidad que resulte de multiplicar por cinco la retribución bruta percibida en el último año en el cargo. Además, tendrán derecho a percibir una suma determinada por la cantidad en que se valoren los derechos pasivos acumulados de acuerdo con los requerimientos en vigor en materia de pensiones. Así, González, con la retribución de 2004 y su fondo de pensiones recibiría 51 millones. Esta indemnización está sujeta a que pongan a disposición del consejo sus cargos de consejero, a la dimisión de los cargos que tengan en otras entidades en representación del banco, y a la renuncia a sus relaciones laborales preexistentes, así como la percepción de otra indemnización. Y tendrán una incompatibilidad para fichar por otras entidades de dos años.