'Pagar sueldos indignos debería ser delito'

Cree que pagar sueldos indignos a trabajadores de países en vías de desarrollo debería ser delito y que los Gobiernos deberían trabajar en esa línea: '¿Por qué se prohíben algunas cosas y no que las empresas trafiquen con productos fabricados por mano de obra esclava?'

Dice que cada vez se siente más motivada a luchar contra las injusticias de un mundo globalizado y que trabaja para difundir que existe una manera diferente de hacer negocios. 'Cuanto mayor te haces, más radical te vuelves', explica, y reconoce que, en ocasiones, puede llegar a irritar su carácter de 'retadora'.

Anita Roddick, fundadora en 1976 de la cadena The Body Shop, estuvo ayer en Madrid para difundir sus ideas acerca de los peligros de la globalización. Las ha plasmado en un libro que acaba de publicar la ONG Intermón Oxfam bajo el título de Tómatelo como algo personal: cómo te afecta la globalización y vías eficaces para afrontarlas. En un encuentro en el Instituto de Empresa con un grupo de empresarios, representantes de ONG y estudiantes, Anita Roddick aseguró que las empresas tienen la obligación moral de luchar contra la pobreza 'porque tienen más poder que los gobiernos y tienen más dinero'.

A sus 62 años y separada del día a día de la compañía -'ahora me dedico a abrir nuevas líneas de negocio'- Anita Roddick asegura que está convencida de que ha estado en lugares en los que ningún alto ejecutivo de una multinacional se imaginaría jamás. Y esos viajes han sido, según asegura, la base del éxito de The Body Shop y la de su convencimiento de que 'lo que ahora se necesita es una revolución de la bondad'.

'Los Gobiernos deberían implicarse más y obligar a que las empresas cumplan unos mínimos de responsabilidad social'

'Las empresas tienen la obligación moral de luchar contra la pobreza. Son ellas las que controlan la sociedad, por encima de los Gobiernos'

Pregunta Usted asegura que la globalización nos afecta a todos y que todos debemos tomárnoslo como algo personal, pero ¿qué podemos hacer para afrontarla?

Respuesta En primer lugar, hablo de una globalización económica, de un sistema que está controlado por unas pocas multinacionales que pueden controlar gobiernos. Y es un sistema muy injusto en el que las empresas sólo trabajan para ellas mismas, y los demás no sabemos qué está pasando. No sabemos qué papel juega la industria o cómo están hechas las cosas. Si la gente supiera cómo se hacen los productos que compra... Por ejemplo, si supiera que el jersey que lleva puede haberlo hecho mano de obra esclava, probablemente no lo compraría.

El problema está en que la gente no sabe qué pasa. Y no me sorprende que los medios de comunicación, y en especial los financieros, no lo cuenten. Al final viven de la publicidad que pagan las grandes empresas. Pero la información, la comunicación, lo es todo. Y los medios deberían hacer una mejor labor en este sentido.

P ¿Cuál cree que es la culpa de la prensa?

R En mi experiencia, que es la prensa británica, los medios económicos sólo quieren hablar de pérdidas y ganancias, y no ven el lado de los negocios creativos y progresistas. Cuando empecé con The Body Shop, la única prensa que se interesaba por mí era la religiosa.

P ¿Cuál debe ser el papel de los reguladores en la responsabilidad social corporativa?

R Los Gobiernos deben implicarse más, atrapar legalmente a las empresas y obligarles a que cumplan unos mínimos. La responsabilidad social corporativa no puede ser sólo una declaración de intenciones sin ningún contenido. Debe haber un reconocimiento para las empresas si lo hacen bien, pero también multas si lo hacen mal. Y si prohibimos tantas cosas en la vida, ¿ por qué no podemos prohibir comerciar con productos que han sido fabricados por niños esclavos? Si la gente supiera cómo se fabrican los productos que usa se horrorizaría. Es increíble que esa gente reciba salarios tan bajos.

P ¿Qué papel tienen las ONG en la responsabilidad social corporativa?

R Un papel muy importante. Conocen las comunidades, saben lo que están pasando y puede decirse que son la voz de los que no tienen voz. La voz moral. Tengo confianza en ellas.

P ¿Existe el peligro de que las empresas utilicen la responsabilidad social como herramienta de marketing?

R Las compañías pueden decir lo que quieran en sus informes sociales, porque no hay ninguna legislación al respecto. De la misma forma que algunas mienten cuando hacen publicidad, pueden hacerlo cuando hablan de responsabilidad social. Nadie comprueba lo que dicen y nunca dicen lo que van a hacer, o hacen mal, o lo que van a cambiar.

Luchadora: 'De pequeña quería ser como Juana de Arco'

Dice que ya desde pequeña se sentía una luchadora. Quería parecerse a Juana de Arco, su ídolo de juventud, hasta tal punto que incluso trataba de peinarse con el pelo liso y una banda en la frente, como su heroína. Anita Roddick explica que tan vez fue su condición de descendiente de una familia de emigrantes italianos en el sur de Inglaterra lo que hizo que nunca se sintiera completamente integrada en la sociedad: 'olíamos diferente, hablábamos más alto que los demás, éramos distintos y nos sentíamos así'.Cree que viajar le enseñó todo lo que sabe de la vida y de los negocios que luego aplicó a la empresa que fundó para ganarse la vida y sacar adelante a sus dos hijas. La Organización Mundial del Comercio (OMC) es uno de los objetivos críticos de esta moderna Juana de Arco, que asegura que sólo representa los interesas de los países ricos y de las multinacionales. 'Si la OMC es nuestro nuevo gobierno mundial no elegido, es un gobierno sin corazón y donde no hay corazón compruebas que la creatividad del espíritu humano se desvanece también', critica. Y añade que la OMC, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional son los organismos menos democráticos e inclusivos. Ahora, separada del día a día del negocio, Anita Roddick se dedica a contactar con nuevos proveedores o a poner en marcha nuevas líneas de negocio, como The Body Shop at Home, dedicada a la venta a domicilio siguiendo el modelo de ventas Tupperware, 'que permite luchar contra la soledad de muchas mujeres y que pueden así ganar un dinero extra'.