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CincoSentidos

El estado civil cuenta al asegurar un automóvil

Mujer, de 35 años, casada y con residencia en una población de tamaño mediano de la Comunidad Valenciana o Aragón. Conduce un utilitario, Daewoo Matiz 0.8i City, realiza unos 15.000 kilómetros anuales, tiene carnet desde hace 10 años y tiene asegurado su automóvil a terceros. æpermil;ste es el perfil que para una aseguradora -Línea Directa- responde al del seguro más barato: 146 euros al año. Dentro del mismo modelo, en función de las coberturas la prima se puede elevar hasta en tres veces, o más, si se pasa a un seguro a todo riesgo. Es el caso del ejemplo, costaría 362,12 euros.

Aunque el precio puede variar si se acude a otra aseguradora, los parámetros utilizados para calcularlo no difieren mucho entre las distintas compañías. Y es que casi todo cuenta cuando se trata de asegurar un coche, desde la edad del asegurado, su estado civil y su sexo hasta la provincia en la que reside.

Las prestaciones que tiene el automóvil, la potencia, el tipo de vehículo así como el fin del mismo inciden en el precio final de la prima. 'El grupo de potencia cuenta, ya que no es lo mismo conducir un Mercedes de 200 caballos que un Seat Ibiza de 125', explica Pedro Merino, director técnico de autos de Caser. En Línea Directa coinciden y afirman que son las cilindradas medianas las que obtienen un mejor precio. De la misma forma que es más económico el seguro de un coche para uso particular que destinado a servicio público o de empresa.

Regiones como Asturias o Galicia están penalizadas por el clima y las carreteras

Otro factor que incide sobremanera en el precio es la zona de circulación. Reale establece que las provincias más baratas para contratar un seguro son Teruel, Soria, Ávila, Badajoz, Cáceres, Segovia, Zamora, Cuenca y Palencia. La elección no es caprichosa. La explicación, para muchos, está en la climatología. 'Tradicionalmente han sido las regiones de la cordillera cantábrica y Galicia las que pagaban primas más elevadas ya que cuentan con una climatología adversa, lo contrario de Extremadura, Andalucía o Comunidad Valenciana', explica Merino. En ciertas regiones, además, las carreteras son mejores que en otras regiones de España y la población está más agrupada, lo que disminuye los trayectos, algo que también puede beneficiar al conductor. Además, también se penaliza conducir en regiones con elevada siniestralidad como Madrid o Barcelona. Pero no es éste el único factor que cuenta.

El color rojo, una leyenda urbana

El color y otros atributos (como la pintura metalizada) no penalizan al conductor en la mayoría de las compañías. 'Siempre se ha dicho que el color rojo era más caro que otros más claros, pero no conocemos ninguna aseguradora que lo tenga', asevera Merino. Aun así, la mayoría registran estas características en su base de datos aunque no las tengan en cuenta al fijar el precio.

La experiencia al volante, así como la edad y el sexo, sí son, por contra, variables con un peso importante a la hora de calcular la cuota a abonar. 'La madurez en la conducción de una persona mayor de 35 años junto con la experiencia de 10 años de carnet representan a un buen conductor', aseguran en Reale. Merino coincide y reconoce que hasta los 25 años, el conductor suele pagar una sobreprima ya que estadísticamente está comprobado que tiene más accidentes. A partir de los 32 años, esta variable empieza a contar a favor. Algo similar sucede con el sexo o el estado civil, que también tienen en cuenta en algunas aseguradoras, como Línea Directa. 'De media, hasta los 35 años las mujeres pagan menos que los hombre, ya que sufren menos siniestros, bien porque son más prudentes, menos agresivas o porque conducen menos', sostiene Merino. En la balanza de precios, pagan más solteros que casados, sobre todo a una determinada edad. 'Un joven casado demuestra más madurez que otro que no lo está', explican en Línea Directa.

Pero, del mismo modo que existe el seguro más barato, en el lado opuesto está el más caro. En líneas generales responde a un mismo denominador común: menor de 25 años, varón, antigüedad en el carnet inferior a los cuatro años, conduce un furgón de hasta 3.500 kilos de peso en una provincia del norte de España y el seguro es a todo riesgo. La diferencia, respecto al primer ejemplo, sin duda, es sustancial. La prima anual sería de 3.500 euros. Si el automóvil es de gran lujo (Ferrari o Rolls Royce), la situación se complica. No sólo por lo elevado de la prima para un vehículo de ese tipo, sino porque pocas compañías quieren asumir tal responsabilidad.

Expulsado del seguro, ¿por qué?

Cometer fraude. æpermil;ste es el único motivo que puede llevar a una aseguradora a expulsar a un cliente. Al menos esto es lo que reconocen las compañías. En teoría no existen más razones, si bien, por todos es conocido que la alta siniestralidad de un cliente puede provocar la negativa de la compañía a renovar su póliza. Algunas establecen un tope de partes y, si se supera, el cliente debe buscar otra compañía. Con salvedades. Desde las aseguradoras sostienen que si los partes que les hace llegar el cliente no se corresponden con errores suyos pueden penalizarle en la prima pero no provocar su expulsión.En este caso, conviene no engañar cuando se llame a la puerta de otra aseguradora. Aunque de entrada, la palabra del cliente es la que cuenta cuando se trata de atestiguar sobre su historial de siniestros, las compañías pueden comprobar este término en el Sinco, un fichero sobre siniestros de responsabilidad civil exclusivamente al que casi todas tienen acceso.

El Consorcio, la última opción

La ley es clara. Todo vehículo debe circular con el seguro de responsabilidad civil obligatorio. Pero, ¿qué pasa cuando un conductor es expulsado de varias compañías? Si puede demostrarlo, el Consorcio de Compensación de Seguros ofrece la cobertura mínima obligatoria -según establece el estatuto legal por el que se rige-, previa presentación de la negativa de dos aseguradoras, salvo en el caso de vehículos de dos ruedas, para los que no se exige este requisito. En lo que respecta a las primas, los precios que baraja el Consorcio se encuentran en la banda alta, como explica Alejandro Izuzquiza, director de operaciones de este organismo. 'No competimos con las compañías privadas porque nuestra función es dar cobertura a quien no la tiene, de ahí que los precios sean altos', reconoce Izuzquiza. En 2004, el consorcio tenía asegurados 96.773 vehículos, de los que 12.875 eran turismos y comerciales. Cataluña y Andalucía fueron las autonomías que más recurrieron al consorcio.

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