Microsoft obedece a la UE y retira MediaPlayer de Windows
Microsoft dio ayer definitivamente por perdido el primer asalto judicial con la Comisión Europea. La multinacional informática ha decidido no recurrir el auto del Tribunal europeo de Primera Instancia que rechazó el 22 de diciembre la suspensión cautelar de las exigencias comerciales de la Comisión.
Como consecuencia, Microsoft ha puesto a disposición de sus rivales, bajo régimen de licencia, la información necesaria para garantizar la interoperabilidad de sus productos con el sistema operativo Windows.
Y ha acatado un precedente mucho más doloroso para la estrategia comercial de la compañía: Microsoft ofrece ya a los fabricantes de ordenadores en Europa la primera versión de Windows sin uno de sus programas, el reproductor audiovisual MediaPlayer.
Bruselas espera que esta amputación permita a los fabricantes insertar otros programas similares, como el Real Player de la empresa RealNetworks, una de las pocas que no ha pactado con Microsoft y sigue apoyando a la Comisión. La empresa de Bill Gates, en cambio, opina que se ha condenado a los consumidores europeos a recibir una versión de Windows 'empobrecida'.
La multinacional disponía de dos meses para presentar un recurso de casación contra el auto judicial. Pero, según perciben los abogados que siguen de cerca el pleito, Microsoft no se hubiera librado así de aplicar inmediatamente las dos medidas impuestas por la Comisión y, en cambio, quizá hubiera enturbiado su relación con un Tribunal que también deberá pronunciarse sobre el recurso general.
Microsoft ha optado, pues, por dejar expirar el plazo y concentrarse en rebatir ante los jueces el dictamen de Bruselas que acusa a la compañía de abuso de posición dominante. Bruselas impuso por ello a la compañía, además de medidas comerciales, una sanción de 497 millones de euros. El juicio todavía se prolongará un año o dos.
'Seguimos siendo muy optimistas conforme avanza el proceso', señaló ayer Microsoft. 'Y nos anima que el auto de diciembre reconociera que algunos de nuestros argumentos podrían servir de base para anular la decisión de la Comisión'.