_
_
_
_
_
José Marqueño de Liaño

'Las tecnologías nunca podrán evitar la presencia del notario'

Lleva apenas una semana ejerciendo como nuevo presidente del Consejo General del Notariado. Respecto a una posible unificación con los registradores, asegura: 'Si es para bien, estoy a favor; si es para mal, en contra'

Por primera vez se ha roto la tradición de que el presidente del Consejo General del Notariado sea el decano del colegio de Madrid. Durante los próximos tres años, este puesto lo ocupará el decano de Barcelona, José Marqueño de Llano, quien opina que su nombramiento ' muestra un signo de normalidad' y 'no hay que darle más importancia al tema del lugar de procedencia del decano'.

Pregunta. ¿Qué tiene planeado hacer al frente del consejo general del notariado?

Respuesta. En esencia, seguir con la política impulsada en los seis años anteriores, profundizar en ella, explotar aquello que se ha conseguido e intentar conseguir lo que estaba previsto y que por alguna razón, como por la falta de tiempo, no se ha conseguido.

'El cobro por arancel es bueno. En Holanda se liberalizó y el servicio se encareció'

'El notario debe asegurarse de que las partes no están presionadas'

P. ¿Por ejemplo?

R. Por ejemplo, en el plano europeo la convergencia con Europa. El notariado español tiene mucho que decir y un papel protagonista. Conseguir un documento homogéneo de libre circulación por Europa será fundamental para el tráfico jurídico, y que esa homogeneidad venga dada por los requisitos que del documento existen en España sería bueno para todo el tráfico en general.

P. ¿No existen demasiadas diferencias en el notariado europeo para conseguir esa homogeneidad?

R. Hay que distinguir el sistema anglosajón y el continental, que es en el que el notariado español es pionero.

P. ¿A qué se refiere cuando dice que el notario español es pionero?

R. A que la intervención del notario en el sistema español se rodea de una serie de requisitos que benefician al ordenamiento jurídico, agilizan el tráfico y le dan seguridad. No se trata tanto de una autenticidad formal, sino de una autenticidad material del documento.

El notario tipo español es un funcionario público que el Estado pone entre las partes para asesorarlas, para evitar los egoísmos de una frente a otra, para evitar sus errores y además para impedir que ambas partes, con sus confabulaciones, afecten al interés general. Lo importante es que el que el que otorgue un documento sepa lo que hace, esté suficientemente informado y tenga las suficientes garantías para que exista una justicia material. Este es el reto en el aspecto europeo.

P. ¿Y en España se avecina algún cambio en el sistema notarial?

R. Bueno, hay que poner al día un sistema que se instauró a finales del siglo XIX. En esencia es válido, pero los retos son distintos. Apoyamos decididamente la iniciativa del Ministerio de Justicia de elaborar una Ley de Seguridad Jurídica Preventiva.

Luego hay que ver cómo se incardinan en la función notarial las nuevas tecnologías, que son un instrumento jurídico ajeno al nuestro. Son más propias de un sistema anglosajón, donde la base fundamental es la autenticidad formal. En nuestro sistema lo importante es la autenticidad material, es decir, que lo que subyace detrás del documento sea de auténtica justicia.

P. ¿Entonces cómo van a aplicar las nuevas tecnologías?

R. Las tenemos que utilizar, pero sin que desnaturalicen la función del notario. Nunca podrán suplantar la acción del notario. Lo que pasa es que éste tendrá nuevas herramientas que le ayuden a agilizar los procesos. Si la esencia de la actividad notarial no es sólo identificar a las partes, sino apreciar su capacidad, asegurarse de que no están presionadas y de que están en prefecto uso de la razón, de aconsejar de lo que está haciendo, de informar de las consecuencias... y controlar la legalidad asegurando al Estado que se cumplen las normas, entonces difícilmente las nuevas tecnologías podrán suplir a la función notarial. Es imposible que sustituyan la labor de fedación del notario.

P. ¿Cree que la sociedad conoce y entiende bien el papel que desarrollan los notarios?

R. Creo que sí, al margen de que crean que la notaría es cara, porque piensan que lo que se paga en la notaría es todo para el notario y no es así.

P. ¿Cree que es bueno que se mantenga el sistema de cobro por aranceles?

R. Sí, es conveniente porque somos funcionarios que ejercemos en régimen de profesión liberal. Además, en Holanda por ejemplo, se liberalizaron los aranceles y el servicio se encareció.

P. ¿Está encima de la mesa del consejo general del notariado el tema recurrente de la posible unificación con los registradores?

R. Encima de esta mesa se refiere a la del pleno del consejo no está. La unificación con los registradores es un tema puramente accidental e instrumental. No es en sí ni bueno ni malo. Y no le digo que no sea partidario sino que es un tema instrumental. Si vamos a mejorar lo esencial y a evitar disfunciones, perfecto. Pero una fusión en sí misma considerada no es buena ni mala, es neutra.

P. ¿Y cree que hay disfunciones?

R. Sí, hay disfunciones, y una, ojo!, una de las que se podían corregir podría ser la de la unificación, pero yo no digo que estoy ni a favor ni en contra. No centremos que la solución a las disfunciones sea la unificación con los registradores o no. No me manifiesto ni a favor ni en contra. Si es para bien, a favor. Si es para mal, en contra.

Economía y empresas

El análisis de la actualidad económica y las noticias financieras más relevantes
Recíbela

Archivado En

_
_