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CincoSentidos

Ideas sosegadas para la reforma de España

A la vista de que abre el debate para una 'segunda transición', el periodista José Luis Gómez aporta las conclusiones de sus conversaciones con los 17 líderes de las comunidades autónomas, con quienes despachó a fondo sobre el futuro de España. El autor de A vueltas con España. Hablan los diecisiete presidentes (Temas de Hoy) trata de sosegar el debate sobre la revisión del Estado autonómico, del que extrae conclusiones esperanzadoras a pesar de las tensiones políticas desatadas.

'¿Es que no había tensiones en 1978 cuando se pactó la Constitución Española? ¡Muchísimas más que ahora!', sostiene Gómez, quien cree posible una revisión sin traumas de la Carta Magna y de los estatutos de las comunidades que lo demandan. 'No se trata de romper España sino de aplicar el sentido común. Las cosas irán encajando aunque lleven su esfuerzo', opina.

A vueltas con España fue presentado ayer en Madrid por el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, que también participa en el libro. La obra desmenuza el modelo casi federal español, sus precedentes y su encaje en la construcción europea y la globalización.

El periodista gallego -fue director de La Voz de Galicia y ha ocupado distintos cargos en el Grupo Zeta, al que sigue vinculado- parte de una actitud 'comprensiva con los nacionalistas, que a menudo han sido motores de cambio'. Desde esa óptica, cree que incluso el enfrentamiento sobre el plan Ibarretxe puede encauzarse después de las elecciones vascas de mayo. El camino más deseable para ello sería 'la vía catalana', es decir, abordar la reforma del Estatuto con participación inicial de todas las fuerzas políticas.

En opinión del autor, el presidente catalán, Pasqual Maragall, se ha convertido en 'el líder del autonomismo' y desde Cataluña 'se está haciendo una gran aportación al futuro de España' que no siempre es bien entendida.

Las claves del proceso puesto en marcha, señala el autor, son por igual políticas -las reformas de los textos legales- como económicas -la financiación-. Este segundo plano del debate, el que más obligará al pragmatismo, puede empezar pronto a abrirse paso entre las declaraciones grandilocuentes. El entendimiento, cree Gómez, es posible.

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