Los funcionarios franceses, en huelga contra Raffarin
Decenas de miles de funcionarios franceses se unieron ayer a las huelgas que desde el pasado martes protagoniza el sector público, contrario a las reformas del Gobierno liberal de Jean-Pierre Raffarin. A diferencia de hace dos años, cuando la unión de centrales sindicales se quebró ante la decisión del Ejecutivo de seguir adelante con la reforma del sistema de pensiones, seis de las siete centrales salieron ayer a las calles para exigir el fin del rigor salarial y la supresión de empleos en la función pública.
Unas 110.000 personas salieron a las calles de veinte ciudades (85.000 según la Policía).
Aunque el Ejecutivo se muestra firme en la necesidad de 'modernizar el país', con 5,5 millones de funcionarios ya ha reaccionado a las manifestaciones. En el caso de la red nacional de ferrocarriles (SNCF), cuyo paro, el miércoles, supuso importantes perturbaciones en el tráfico, la dirección de la compañía anunció la creación de 300 puestos suplementarios en 2005, pese a mantener la supresión de 3.590 empleos. El Ministro de Sanidad respondió a un paro general en el sector de los hospitales con el aumento del número de internos en cirugía.