Un hotel lleno de talento creativo
Ayer se presentó en Madrid el hotel Puerta América, un proyecto que se espera esté terminado para mayo y en el que trabajan 18 de los mejores arquitectos y diseñadores del mundo. El hotel se presentó ayer como 'crisol de la arquitectura más nueva e internacional' y como experimento que se convertirá en un nuevo 'referente de Madrid'.
El francés Jean Nouvel, autor de la ampliación del Reina Sofía; el japonés Arata Isozaki, que hizo el Palacio de Deportes San Jordi, de Barcelona; los británicos Norman Foster, David Chipperfield y Zaha Hadid; el estadounidense Richard Gluckman, autor del Museo Picasso, de Málaga; el israelí Ron Arad y los españoles Javier Mariscal y Victorio y Lucchino, son algunas de estas 'estrellas' embarcadas en el proyecto, que financia el grupo hotelero vasco Silken.
Con una inversión prevista de unos 75 millones de euros, el Hotel Puerta América, ubicado en el número 41 de la madrileña Avenida de América, muy cerca de otra construcción emblemática, el edificio Torres Blancas, de Sáenz de Oíza, tendrá doce plantas, cada una de las cuales ha sido encargada a uno de estos arquitectos.
Su creación, realizada con total libertad creativa, supondrá para el huésped, señaló ayer el director del grupo, Pablo Couto, 'poder vivir unas horas en el mundo de cada uno de ellos'.
La mayoría de estos profesionales acudieron ayer a la presentación del proyecto -faltaron Foster y Hadid- y se mostraron entusiasmados con el reto que ha supuesto ajustarse al corsé de la distribución necesaria, buscando a la vez crear plantas muy diferentes.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, estuvo con ellos y activó un mecanismo que descubrió la fachada del hotel, obra de Jean Nouvel, que la ha realizado en tonos multicolores y ha escrito sobre ella fragmentos del poema Libertad, de Paul Eluard, en muy diferentes lenguas.
Si un hotel, dijo Gallardón, es siempre óptimo para reflejar el pulso de una ciudad, con éste, Madrid se convierte en 'capital de la arquitectura mundial' y en 'expresión de las vanguardias' en la que, además, cada arquitecto 'conserva su individualidad'.
Con este hotel se pretende contar con plazas suficientes para la demanda que se espera si se celebraran los Juegos Olímpicos de 2012.