El coste de prohibir zonas de fumadores en la oficina
El anteproyecto de ley contra el tabaco excluye salas para fumar en la empresa. La medida reducirá la productividad, según varios estudios
Tal y como se ha redactado el anteproyecto de ley para prevenir el tabaquismo, a lo largo de este año no sólo se prohibirá fumar en el trabajo, sino que se sancionará a las empresas que creen salas para fumadores. El texto contiene un listado de los establecimientos donde se podrán habilitar espacios para fumadores en el que no se contemplan los centros de trabajo. Además, en el capítulo de sanciones se castiga expresamente con una multa que puede oscilar entre 601 y 10.000 euros la creación de salas para fumadores en espacios donde no esté permitido hacerlo.
La primera consecuencia de la norma es evidente. Al igual que ya sucede en países como Estados Unidos o, más recientemente Italia, la imagen de grupos de empleados haciendo pausas en el trabajo para salir a fumar a la calle comenzaría a ser habitúa en España. Las consecuencias, según diversos estudios elaborados en distintos países europeos, recaerán tanto sobre los empleados fumadores -obligados a salir a la intemperie- como sobre las empresas.
Así, el Centro Sueco para la Prevención del Tabaquismo ha realizado un estudio en el que se cuantifica el coste que supone para una empresa la perdida de productividad derivada de las pausas para fumar. El cálculo, que toma como punto de partida a un trabajador que consuma cinco cigarrillos diarios en la oficina, tarde unos diez minutos en fumar cada uno de ellos e invierta cinco minutos en ir y venir de la zona donde fume, arroja una pérdida anual para la compañía de entre 1.354 y 2.000 euros anuales. El Centro Holandés de Fomento de la Salud en el Trabajo señala en otro informe que ese coste en los Países Bajos es de 789 euros; en Alemania, de 944 y en Canadá, de 1.380 euros.
Pese a que a nadie se le escapa que existen muchas causas de pérdida de productividad que no están relacionadas con el tabaco, los expertos comienzan advertir que una prohibición radical como la que contiene la ley, sin posibilidad de habilitar salas para fumar, traerá más costes que beneficios. 'La aplicación de la ley implicará una serie de cambios radicales en el día a día laboral y un coste económico importante para las compañías', señala Tomás Higuero de Juan, consejero delegado de Aire Limpio, una compañía que ofrece soluciones técnicas para mejorar la calidad del aire.
La empresa ha realizado un estudio en el que compara el coste que supondrá para una empresa española las pausas de sus empleados para fumar en la calle frente a la habilitación de zonas específicas dentro del edificio. En el primer caso, con un trabajador con un salario bruto de 18.000 euros, que fume cuatro cigarrillos en horario laboral, tarde cuatro minutos en fumar cada uno y seis minutos en salir y regresar de la calle, el coste sería de unos 2.296 euros al año. En el segundo, es decir, con la creación de una zona habilitada en la empresa, el coste total sería de unos 4.000 euros.
La económica no es la única advertencia sobre los efectos que traerá el proyecto tal y como está redactado. 'Se pueden plantear problemas de discriminación en las empresas que no habíamos visto hasta ahora, porque las compañías comenzarán a notar las ausencias para salir a la calle a fumar y eso pasará factura', señala Ignacio Sampere, socio del bufete Sampere y Abogados. Sampere recomienda a sus clientes que, cuando entre en vigor la ley, incluyan en los nuevos contratos de trabajo dos tipos de cláusulas: una que deje claro que el trabajador ha sido informado de la prohibición de fumar en cumplimiento de la ley y otra en la que se prohiban las salidas no relacionadas con el trabajo en jornada laboral, 'sea para fumar o para cualquier otra actividad'.
Los expertos creen que una prohibición total generará discriminación
Una ley en cada estado
En los países de la UE rige un convenio marco basado en un acuerdo de la Organización Mundial de la Salud para el control del tabaco. El convenio insta a los estados a aplicar medidas 'contra la exposición al humo del tabaco en lugares de trabajo interiores, medios de transporte públicos, lugares públicos cerrados y, según proceda, en otros lugares públicos'.
EscociaEscocia está tramitando una ley que prohibirá fumar en los locales públicos a partir de la primavera de 2006. La norma establece multas para los fumadores y en los estudios preliminares contempla la creación de salas para fumar.SueciaLa Ley sobre Tabaco de 1983 prohíbe fumar en instalaciones destinadas a la infancia y la juventud, centros médicos y sanitarios, instalaciones comunitarias de viviendas, transportes públicos, salas de espera y demás instalaciones abiertas al público.IrlandaExiste una prohibición total de fumar en espacios públicos y centros de trabajo. La legislación prevé salas de fumadores en hospicios, prisiones y sanatorios mentales.PortugalEl Gobierno tramita una ley que contempla la creación de salas para fumadores en centros de trabajo.ItaliaLa ley que prohíbe fumar en los locales públicos acaba de entrar en vigor con multas a los fumadores.
El gasto inútil de las empresas que ya tienen salas
Pese a que España ha tardado en sumarse al movimiento contra el tabaquismo, en los últimos años algunas grandes empresas han comenzado a crear en sus oficinas salas para fumadores. 'Es un movimiento que tiene que ver con los criterios de sostenibilidad y apuesta por la salud laboral que preconizan actualmente muchas grandes compañías', señala Tomás Higuero, consejero delegado de Aire Limpio. Compañías como Accenture, Bankinter, Amena, TPI o Microsoft han invertido en los últimos años en crear zonas habilitadas para fumadores, un gasto que la futura ley puede convertir en inútil si se prohiben estos espacios.En el otro lado de la balanza, existen estudios científicos que aseguran que una de las mejores herramientas para conseguir combatir el tabaquismo es la prohibición total en los centros de trabajo. 'La prohibición de fumar no convierte necesariamente a los fumadores en no fumadores, pero les ayuda a dejar de fumar', señala el Centro Holandés de Fomento de Salud en el Trabajo. Un estudio del Instituto Nacional del Cáncer de EE UU asegura que la tasa de abandono del tabaco en empresas donde está prohibido fumar es un 34% mayor que en el resto.