Las críticas de Knorr al 'plan Ibarretxe' vuelven a dividir a Confebask
El presidente de Confebask, Román Knorr, rompió ayer su silencio sobre la aprobación por el Parlamento vasco del plan Ibarretxe, durante una reunión celebrada en Madrid con empresarios que tenía como invitado al secretario general de los socialistas vascos, Patxi López.
Knorr aseguró que permanece aún vigente la declaración que redactó en octubre de 2002, en la que la patronal vasca criticó los planteamientos de la propuesta soberanista del lendakari. El presidente del Círculo de Empresarios, Claudio Boada, respaldó esta postura y celebró el acuerdo alcanzado el pasado viernes por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente del PP, Mariano Rajoy.
Quienes pusieron ayer reparos al rechazo del plan Ibarretxe expuesto por Knorr fueron las patronales guipuzcoana y vizcaína. El presidente de la primera, José Martín Echeverría, afirmó que las opiniones vertidas por Knorr 'no comprometen a día de hoy ni a Confebask ni a Adegi como organización empresarial asociada'.
Echeverría mostró su 'extrañeza' y explicó a través de un comunicado que no conoce 'ninguna reunión' de la Confederación de Empresarios vascos en la que se haya tomado ningún acuerdo reciente en este sentido'. En la misma línea reaccionó la patronal vizcaína Cebek, quien recordó 'que es una organización empresarial conformada por empresarios y empresarias con sensibilidades diversas'.
Knorr también dijo ayer en Madrid que el País Vasco se encuentra a la cabeza de España 'en el terreno económico y empresarial gracias a los empresarios', al Estatuto de Guernica y al Concierto económico vasco, a pesar de 'las extorsiones, secuestros, chantajes y asesinatos' al que se ha sometido a este sector por parte de ETA.
La misma situación que en 2002
El presidente de Confebask había permanecido en silencio hasta ahora desde la aprobación por el Parlamento vasco del 'plan Ibarretxe' y posiblemente no hubiese cambiado de actitud si ayer no hubiera sido interpelado por Patxi López, quien animó públicamente a los empresarios vascos a explicar las consecuencias económicas negativas que tendría para Euskadi el plan Ibarretxe.Sus palabras de rechazo al plan provocaron dentro de Confebask la misma división que se dio en octubre de 2002, al presentar Ibarretxe su proyecto.