Sesenta empresarios españoles buscan inversiones 'a largo plazo' en Marruecos
El rey de España respaldó ayer en Marraquech la 'apuesta' que las empresas españolas han hecho por el desarrollo de Marruecos como decisión estratégica a largo plazo. Dentro de su visita de Estado al reino alauí, el Rey inauguró el 'Encuentro empresarial hispano-marroquí', organizado por las patronales de los dos países y por el Instituto Español de Comercio Exterior (Icex), en el que participan más de trescientos empresarios de España y Marruecos.
El Rey recordó que Marruecos es 'el décimo destino de las exportaciones españolas, y el tercero fuera de la Unión Europea. En su discurso, subrayó que España se ha consolidado como el segundo cliente de las exportaciones marroquíes, y el primer inversor en un país que ya es el quinto destino de la inversión española.
En el mismo foro, el presidente de la CEOE, José María Cuevas, escenificó la intención del empresariado español de estrechar los lazos comerciales y estabilizar las inversiones ' a largo plazo'. Cuevas, que habló en nombre de una delegación de más de sesenta empresarios españoles, afirmó que el empresariado español considera que la inmigración 'legal y racionalmente canalizada' es 'uno de los vínculos que más une' a los emigrantes con el país del que proceden. 'Nuestra experiencia no puede ser más positiva', afirmó, aunque 'se deben poner en práctica nuevas iniciativas' para mejorar los procesos de integración. En este sentido, Cuevas ofreció la colaboración de la CEOE para facilitar la formación y la selección de los trabajadores marroquíes.
Cuevas señaló que la Confederación General Económica de Marruecos comparte su idea de que Marruecos es un 'socio privilegiado' de la UE, su principal proveedor de capitales y tecnología.
Entre los objetivos concretos en los que los empresarios marroquíes y españoles deberían centrar su atención, Cuevas mencionó el desarrollo del norte de Marruecos. En su opinión, la experiencia económica enseña que un desarrollo asimétrico genera desigualdades que terminan por dañar la cohesión y la unidad nacional. España y Marruecos tienen, según Cuevas, la 'obligación histórica' de trabajar juntos para que un día haya un enlace terrestre entre ambos países.