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Cifras

Las OPV españolas de 2004 superan la rentabilidad del Ibex

La resurrección de las salidas a Bolsa en el mercado español, que dio comienzo el año pasado, ha sido un éxito en lo que a rentabilidad se refiere. Las tres OPV que hubo en 2004 han resultado igual o más rentables que el Ibex.

Telecinco es, con diferencia, el valor con mejor resultado para los inversores que acudieron a alguna de las tres ofertas públicas de venta de acciones (OPV) que hubo el año pasado en España. Los títulos de la cadena de televisión acumulan una ganancia del 63,05% con respecto al precio minorista de la oferta, fijado en 10,15 euros. La compañía empezó a cotizar el 24 de junio y el lunes pasado alcanzó máximo a la altura de los 16,81 euros. Ayer cerró cerca de ese nivel, en los 16,55 euros.

Fadesa y Cintra, las otras dos compañías que salieron a Bolsa en 2004, no han ido tan bien como Telecinco, pero su comportamiento ha sido también muy positivo. Fadesa, que fue la primera OPV española en dos años, gana un 28,38% desde su salto al parqué el 30 de marzo. Cintra, que cotiza tan sólo desde el 27 de octubre, gana un 9,1% con respecto al precio minorista.

Lo más relevante de esta evolución bursátil es que las OPV de 2004 se han comportado mejor que el Ibex. Desde el 30 de marzo, fecha de estreno de Fadesa, el índice español ha ganado un 10,6%, mientras que la inmobiliaria gana casi tres veces más.

Cuando se colocó Fadesa se abrió una ventana en el mercado de OPV

Con Telecinco sucede más de lo mismo. Gana seis veces más que el Ibex desde el 24 de junio. Cintra gana algo menos, un 9,1% frente a un 9,6% del Ibex, pero son cifras bastante próximas.

El comportamiento de estas colocaciones constituye todo un referente para futuras OPV. 'Cuando se hizo la colocación de Fadesa se abrió una ventana', afirman fuentes de Morgan Stanley, uno de los mayores colocadores del mundo. 'Cuando el mercado se cerró durante la crisis fue porque los inversores dejaron de estar receptivos por sentimiento. En 2004 se ha notado más receptividad'.

Las tres colocaciones de 2004 fueron sobresuscritas en la mayoría de los casos, lo que se explica por un mayor apetito por parte de los inversores, aunque también, todo hay que decirlo, por una intensa labor comercial por parte de las redes bancarias.

'El pasado año se notó un aumento del apetito por salir al mercado, no sólo en forma de OPV, sino de refinanciación de fusiones y adquisiciones vía ampliaciones de capital como la de BBVA, Sabadell o Santander', explica Manuel Esteve, responsable de emisiones de renta variable de JP Morgan para España y Portugal. En 2004 se realizaron ocho ampliaciones de capital por valor de 3.745,25 millones de euros, según datos de Bloomberg; cifra bastante superior al volumen colocado en las tres OPV: 2.745,48 millones.

Reabierta la espita de las colocaciones, los expertos prevén un 2005 animado en España, teniendo en cuenta que el español es un mercado pequeño para las OPV. 'Nos consta que hay varias operaciones que se están preparando', confirman en Morgan Stanley. Aún sin haberse anunciado todavía ninguna operación, sobre el mercado resuenan nombres como Auna, Ono o el nuevo intento de Probitas Pharma, tras dos fracasos.

Los inversores institucionales, cada vez más selectivos

Una de las enseñanzas forzosas de la época de la 'exuberancia irracional' de las Bolsas, como denominó Alan Greenspan al final de la década de los noventa, ha sido que lo que sube termina por bajar y que igual que se gana mucho se puede perder otro tanto. Con las salidas a Bolsa ha sucedido algo parecido. El inversor de OPV de hoy en día es muy diferente al inversor de la época de la burbuja, especialmente si se trata de inversores institucionales. No en vano, cuatro de las cinco salidas a Bolsa de 2000, con la excepción de Gamesa, están por debajo del precio de colocación.'El institucional ahora es más selectivo, justificadamente', comenta Manuel Esteve, responsable de colocaciones de JP Morgan. 'En 1998 y 1999 no se analizaba tanto la operación. Hoy en día se analizan con mucha profundidad los fundamentales de la compañía y la valoración de la empresa. Si los fundamentales no son buenos acudir a la colocación ni se plantea'.En Morgan Stanley confirman este extremo: 'ha cambiado la receptividad. Los institucionales son mucho más cautos y por eso el colocador tiene que analizar muy bien los momentos de mercado'.El ejercicio que acaba de comenzar no va a ser diferente, aunque hay aspectos que apoyan una recuperación del mercado de OPV, como es el optimismo reinante en los mercados de valores. 'Sigue habiendo flujos hacia los fondos de renta variable, por lo tanto hay liquidez para que los fondos puedan participar en nuevas emisiones', confirma Esteve.

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