Unión Fenosa adelanta la recompra de un 30% de su filial de renovables a Enel
Unión Fenosa va a ejercer en breve la opción de compra de un 30% de su filial de energías renovables que mantiene con la italiana Enel y que termina a finales de 2007. Hace dos años, la eléctrica española vendió a Enel un 80% de dicha filial por 168 millones de euros, aunque ambas se repartieron a partes iguales el consejo de administración.
Unión Fenosa recomprará en un breve plazo un 30% de su filial de energías renovables a la italiana Enel. Así lo aseguró ayer el consejero delegado de la eléctrica, Honorato López Isla, quien señaló que Fenosa va a adelantar la ejecución de la opción de compra que tiene sobre esta participación, que acaba a finales de 2007. La operación se hará 'en cuanto podamos', aseguró López Isla en un encuentro con periodistas económicos, a los que transmitió la apuesta de Fenosa por las energías renovables: 'Aprovecharemos todas las oportunidades que se nos presenten para conseguir el objetivo de 1.000 megavatios de potencia instalada en este tipo de energías en 2009', señaló.
Unión Fenosa cerró en diciembre de 2003 la venta a Enel del 80% de su filial de energías renovables, Unión Fenosa Energías Especiales, que pasó a llamarse Enel Unión Fenosa Renovables. No obstante, la compañía española se reservó una opción para recomprar un 30% del capital al finales de 2007. El acuerdo, diseñado meses antes, suponía el pago de 168 millones de euros por el paquete que adquirió Enel, más una prima de 10 millones por la construcción de 300 MW hasta la fecha en que terminaba la opción. El pacto exigía también a Unión Fenosa el pago de 10 millones a la italiana por la opción de recompra del 30%, que equivalía al precio de aquel momento más los intereses. Los socios acordaron el control conjunto de la compañía, con cuatro representantes cada uno en un consejo de ocho miembros.
El paquete de Auna
Por el contrario, en el ámbito de las telecomunicaciones, Fenosa aún no ha tomado una decisión sobre la opción de compra de un 4,77% del capital de Auna suscrita con el SCH. Según su consejero delegado, la compañía estudia la posibilidad de aplazar el ejercicio de dicha opción y no se descarta la compra de sólo una parte de ese 4,77%, extremo que va a negociar con el banco y que podría resolverse en una semana. López Isla subrayó que la pretendida fusión con Ono 'tiene todo el sentido estratégico' para Auna y para sus accionistas, aunque, dijo, 'hay que calibrar el coste'. Por otro lado, insistió en que Unión Fenosa, como accionista, no ha recibido ninguna oferta de compra por Auna.
En el ámbito de la electricidad, Honorato López Isla auguró 'tensiones' este año, porque el incremento de la tarifa es insuficiente, pues no cubre los costes, especialmente el fuerte incremento de los precios de los combustibles y 'es posible que se siga poniendo de manifiesto un déficit', según sus palabras.
López Isla considera que es muy positivo la elaboración del Libro Blanco de la generación eléctrica decidida por el Gobierno, que debe abordar, en su opinión, asuntos como las restricciones técnicas, los costes de transición a la competencia (CTC) 'y el poder del mercado'. Se trata de que, tras la reforma, 'todos podamos jugar en las mismas condiciones', afirmó.
En cuanto al Plan Nacional de Asignación de derechos de emisión de CO2, cuya aprobación final se ha pospuesto hasta el Consejo de Ministros del día 21, el consejero delegado de Fenosa ha pedido que se corrija 'un poco', pues está 'inclinado hacia el gas'. En su opinión, el nivel de emisiones no va a cambiar pues, aunque las eléctricas tengan que comprar derechos, 'el carbón seguirá siendo más barato'. Eso sí, 'la energía será más cara'.
Unión Fenosa quiere abordar proyectos de desarrollo limpio en países en los que está presente para obtener derechos de emisión.
Más gas del que estaba planificado
El consejero delegado de Fenosa, Honorato López Isla, aludió ayer a una posible sobreproducción de energía eléctrica con gas natural para 2007. Así, indicó que para ese año estarán en funcionamiento 18.000 MW de potencia, cuando en la planificación energética se preveían 13.000 MW para 2011. Esto es bueno, en su opinión, 'pero más de lo previsto', y supone un cambio de estructura de la producción que puede provocar crisis como la del pasado mes de diciembre.