Washington se prepara con boato para el nuevo juramento de Bush
Michael Dell ha aportado 250.000 dólares, el máximo que se permite y la misma cantidad que Altria, United Technologies o los hoteles Marriot. Coca-Cola ha donado 100.000 y la Asociación Americana de Banca, más discreta, ha firmado un cheque por 25.000 dólares. Con aportaciones como éstas, particulares, empresas privadas y lobbies colaboran a que el próximo 20 de enero sea el día de George W. Bush.
Esta es la fecha central de los cuatro días que está previsto que dure la ceremonia inaugural de la segunda legislatura del presidente. Esos cuatro años más que le concedieron los votantes comienzan oficialmente el 20 de enero, como manda la Constitución. Y lo harán por todo lo alto... como manda la tradición.
De momento, y según los últimos datos, a 31 de diciembre, el Comité Presidencial de Inauguración, encargado de la organización y constituido por el presidente, había recogido algo más de 13 millones de dólares en donaciones privadas para sufragar los gastos de la 55 inauguración presidencial.
El Comité Presidencial de la Inauguración había recogido unos 13 millones de dólares hasta el 31 de diciembre
Los actos, en los que se rendirán homenajes a las Fuerzas Armadas, incluyen desayunos, cenas en lugares como la elegante estación de trenes de Washington, nueve bailes y, por supuesto, la jura y un desfile desde el Congreso hasta la Casa Blanca. El presupuesto está cifrado entre 40 y 50 millones de dólares, una cantidad similar a la de hace cuatro años.
En el comité, desde cuyas oficinas se transmite una actividad frenética, aseguran que actualizará el estado de las donaciones en los próximos días, pero no comentan si las aportaciones más urgentes a organizaciones caritativas para paliar los efectos del tsunami en el Índico han restado fuerza a las que ellos reciben.
Las donaciones para dar forma y boato a estos cuatro días comenzaron cuando apenas se habían cerrado los bolsillos que de quienes contribuyeron a que la campaña electoral de 2004 fuera la más cara de la historia.
A pesar de todos los esfuerzos monetarios, en los anales de estas fechas sigue constando la inauguración del padre del actual presidente como la más cara de la historia, aunque no se detallan cifras. Y también para la historia queda la apabullante inauguración de Dwight Eisenhower en 1953, cuyo desfile de cuatro horas y media fue el más largo hasta la fecha. En él participaron 73 bandas de música, flotas de coches civiles y militares, caballos y elefantes. El desfile de Bush, tras el juramento, está previsto que dure una hora y cincuenta minutos.
Serán unos días en los que fluirá el dinero en Washington. Ya es difícil hacer una reserva de hotel y algunos de ellos han aprovechado para subir los precios ante la perspectiva de tener en la ciudad a gente con dinero y contenta de ver a Bush reelegido. USA Today explicaba que el Ritz Carlton tiene un precio especial para algunas habitaciones durante los cuatro días (150.000 dólares) y el Mandarin Oriental ha subido el precio de su suite presidencial de 8.000 dólares a 200.500 dólares por los cuatro días en cuestión. En el precio se incluye el viaje en jet hasta Washington, una cena para los ocupantes de la habitación y siete amigos y un Maybach con chófer para los desplazamientos, entre otros detalles.