Naciones Unidas y la ciudad
Como si no tuviera suficientes preocupaciones, Naciones Unidas está siendo atacada ahora por algunas autoridades de Nueva York que quieren acabar con los necesarios planes de renovación y expansión del complejo situado en el East River. æpermil;stos deberían dejar de darse golpes de pecho antes de perjudicarse a sí mismos y a la ciudad (...). Los planes de renovación pueden ser mejores. La ONU podría aprobar hacer públicos algunos de los parques. Pero no es eso lo que bloqueó el plan en el Senado. El líder de la mayoría, Joseph Bruno, dijo que las multas impagadas de los diplomáticos eran un problema. Pero los legisladores también expresaron su enfado con los votos contra Israel en la Asamblea General y el escándalo del programa Petróleo por Alimentos.
Los problemas de la ONU no son razón para esta postura. Incluso con todos los desacuerdos y frustraciones de Bush con la ONU su Administración propuso y el Congreso aprobó un préstamo de 1.200 millones. La relación simbiótica entre la ciudad y la organización internacional ha sido buena. Nueva York recibe una inyección económica de 2.500 millones de dólares al día (...). Como institución global la ONU no tiene par y por tanto no debe estar en otro sitio más que Nueva York.