Telefónica Móviles salva el último escollo para cerrar la operación de Bellsouth
El cierre de la mayor operación de compra acometida por Telefónica Móviles en su historia es cuestión de semanas. El último escollo se libró anteanoche, con el visto bueno de Chile a la creación del líder celular del país andino. El Gobierno chileno, sin embargo, ha impuesto fuertes condiciones.
Los blindajes que había previsto Telefónica Móviles contra las trabas regulatorias que pudieran poner determinados países a su macroadquisición de las diez filiales latinoamericanas de Bellsouth se han demostrado innecesarios. Una por una, las naciones afectadas han dado su visto bueno a la entrada de la compañía española en sus mercados, en unos casos, o al refuerzo de su posición, en otros.
El último en sumarse a la lista ha sido Chile, el país que más se ha hecho esperar y donde peor era el escenario. La unión de los poderes de Telefónica Móviles y Bellsouth creará el líder del país, por delante de la hasta ahora dominante Entel. Tendrá casi la mitad de la cuota y una cifra de clientes cercana a los cuatro millones. Este hecho ha provocado recelos en las autoridades que velan por la competencia, sobre todo después de que las rivales de las implicadas -la filial de Endesa en el país incluida- se lanzaran en pleno a tratar de paralizar la operación.
No ha sido así. El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia chilena ha cerrado ya su primer caso de envergadura -era un recién nacido cuando tomó las riendas del conflicto- y ha dado el visto bueno a la adquisición. Eso sí, ha impuesto nueve condiciones, lo que convierte a Chile en el país que más restricciones ha establecido entre los diez afectados.
Algunas de las condiciones son fáciles de cumplir, pero otras supondrán un fuerte revés para la compañía fusionada. De hecho, Telefónica Móviles todavía no ha dicho que acepta el dictamen de las autoridades y que seguirá adelante con la adquisición, sino que se ha limitado a asegurar que está estudiando la situación.
Precios controlados
Todo apunta a que la operadora española hará lo que se le pide, pero la decisión aún no está tomada. Y es que el tribunal no sólo exige la venta de 25 megahercios de espectro radioeléctrico, sino que prohibe a la nueva empresa aplicar precios distintos a las llamadas que se producen entre sus propios clientes y las que se hacen a un tercero.
La primera condición puede dar como resultado la entrada de un nuevo competidor en el mercado chileno del móvil y es posible que sea nada menos que Carlos Slim, dueño de la todopoderosa América Móvil. La buena noticia es que Telefónica tiene 18 meses para completar la desinversión, un periodo que le permite afianzarse. La segunda limitación supone todo un contratiempo para la compañía española, puesto que el reclamo de tarifas más bajas entre clientes propios es la baza más fuerte que juegan siempre los líderes de un mercado.
Además, la resultante de la fusión de Telefónica Móviles Chile y la filial de Bellsouth tendrá que comportarse como si de una compañía cotizada se tratara, con los deberes de transparencia y de publicación de información que eso conlleva.
El visto bueno de chile se suma al conseguido hace menos de una semana en Argentina. Estos dos son los únicos países donde queda por concretarse la adquisición y se espera que se anuncie en lo que queda de mes. Telefónica tiene que decidir si acepta las condiciones, porque también en Argentina está forzada a vender frecuencias radioeléctricas, y entonces comenzará el cierre de los temas financieros que quedan pendientes, algo que se subsanará en cuestión de días.
Una vez concluidos estos trámites, Telefónica Móviles habrá puesto fin en menos de un año a una adquisición que se firmó el 5 de marzo de 2004 y que está valorada en 5.850 millones de dólares. Las operadoras más caras entre las poseídas por Bellsouth han sido Venezuela, Colombia, Chile y Argentina.