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Bush y Clinton se unen para llevar la ayuda privada de EE UU a Asia

El presidente de EE UU, George W. Bush, ha recurrido a los dos hombres retirados de mayor perfil público en su país para que encabecen una campaña privada de captación de donaciones para ayudar a las víctimas del maremoto que arrasó el sudeste de Asia. Se trata de dos ex presidentes, George Bush y Bill Clinton. Acompañado de los dos ex mandatarios, Bush presentó ayer ante la prensa, y en la Casa Blanca, esta iniciativa de carácter privado pese a estar organizada por el primer responsable del país. Es una campaña que no tiene precedentes, pero la situación en Asia tampoco.

'En los próximos días, los presidentes Clinton y Bush pedirán a los americanos que donen directamente a organizaciones caritativas de confianza que ya están ayudando a las víctimas del tsunami', dijo Bush en la presentación. El presidente pidió a los americanos que contribuyan en la medida de sus posibilidades para ayudar a quienes describió como 'las víctimas de una gran tragedia'. Bush anunció que la bandera de EE UU ondeará a media asta una semana en señal de duelo. Hasta ahora se calcula que hay unos 140.000 muertos y un millón de desplazados por una de las catástrofes naturales más devastadoras de la historia. Las cifras no son definitivas. La ola ha podido hacer más daño aún.

Todos los anuncios y gestos hechos ayer por Bush contribuyen a elevar el compromiso del Gobierno de EE UU con las tareas de ayuda. Y lo necesitaba, ya que en EE UU se ha criticado mucho la lentitud con la que la Casa Blanca ha reaccionado ante la crisis. En particular, los comentaristas políticos han censurado que el presidente, de vacaciones de Navidad en su rancho de Crawford, no hiciera ningún comunicado público hasta tres días después de la tragedia, especialmente cuando el mundo se volcó con EE UU tras el 11-S. Después, incluso desde el Congreso se criticó que el Gobierno tan sólo comprometiera 15 millones de dólares en ayuda oficial. La contribución subió entonces a 35 millones y posteriormente se multiplicó esta cifra por 10. Además, su Ejército está siendo clave en las labores de distribución, sobre todo en Indonesia. No obstante, el Gobierno de la primera economía del planeta, afectada por un serio déficit público, aún ha aportado menos que Japón, el primer donante en la zona con 500 millones de dólares. Los ciudadanos estadounidenses y sus empresas, sin embargo, han sido más rápidos y generosos que su Gobierno e incluso ayer ya se criticaba que la iniciativa presidencial llegara tarde. La Cruz Roja está gestionando la mayor suma de donaciones desde el 11-S gracias a que empresas como Pfizer han dado 10 millones de dólares y 25 millones más en fármacos para la zona. Coca-Cola también ha donado diez millones y Exxon, cinco. La fundación Bill y Melinda Gates ha aportado tres millones de dólares, igual que Citigroup, Sandra Bullock ha donado un millón. Pepsico envía agua embotellada desde India y Starbucks aportará parte de sus beneficios.

La campaña que presentó ayer el presidente de EE UU es una iniciativa de carácter privado, pese a estar encabezada por el primer mandatario

La iniciativa de las empresas no se queda en América. Bayer o Sanofi son sólo dos de las muchas europeas que también han anunciado ayudas. De manera que la suma de las contribuciones captadas en todo el mundo supera ya los 2.100 millones de dólares.

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