Déficit de órganos de control en Argentina
La complejidad del sistema político se refleja en el crecimiento de las funciones y de los órganos que integran el aparato burocrático estatal.
Para el buen desempeño de la gestión política, la democracia tradicional ha ideado un sistema de contrapesos y controles entre los distintos poderes. Pero la dinámica del Estado contemporáneo desbordó los marcos tradicionales y ha llevado a que se establecieran controles internos para verificar el cumplimiento de las normas administrativas de parte de los funcionarios públicos (...).
Estos órganos deben supervisar el uso de los fondos públicos y la adecuación a la ley de las decisiones que se toman. Son organismos técnicos, pero también instancias en las que se procesan las irregularidades para detectar casos de corrupción o la falta de transparencia.
La designación de los titulares de estos cuerpos depende del Poder Ejecutivo, y en la elección que se realice se puede observar el nivel de compromiso que se asume en la lucha contra la corrupción (...). Es imprescindible que los organismos de verificación estén a cargo de personas solventes técnicamente, pero también independientes del Gobierno de turno, lo que en la actualidad no se verifica.