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Inmobiliaria

Los hermanos Ballester se reparten su grupo inmobiliario

Los hermanos Andrés y Enrique Ballester, propietarios del grupo Ballester, la mayor promotora y constructora de la Comunidad Valenciana, han decidido poner fin a su relación de negocios. A partir de ahora cada uno seguirá por su lado con las distintas empresas que llevaba directamente en el seno del grupo.

Cuatro meses ha durado aproximadamente el proceso de separación de las empresas que durante las últimas décadas habían creado Andrés y Enrique Ballester y que se agrupaban bajo el paraguas del grupo Ballester. En la mayoría de los casos ambos aparecían como administradores y consejeros solidarios tanto de la propia matriz, Construcciones Ballester, como de empresas especializadas en gestión de aparcamientos o de hoteles.

'Lo que hemos hecho es quedarnos cada uno con las empresas de las que nos encargábamos', explicó ayer Andrés Ballester a Cinco Días. El mayor de los dos hermanos apuntó que ya que cada empresa estaba en la práctica dirigida por uno de los dos, la división del grupo permitirá tomar las decisiones de una manera más rápida.

Fuentes del sector consultadas por este periódico apuntan precisamente a que Andrés y Enrique diferían sobre el futuro del negocio inmobiliario y que esto podría haber desencadenado la decisión. La división facilitará en el futuro el traspaso generacional -familiares de ambos se han incorporado a la dirección de la compañía-, aspecto que también se habría valorado a la hora de optar por la separación.

La complejidad lógica de la división de la empresa -más en el caso de una constructora, que suele crear una sociedad para cada promoción- hizo que los Ballester pusieran el proceso en manos de una consultora que valoró cada uno de los negocios y participaciones del grupo. A grandes trazos, se prevé su división en cuatro grandes empresas: Inmobiliaria Guadalmedina, Edificaciones Calpe, Destro y Florazar.

Buque insignia

Andrés Ballester se ha quedado con Edificaciones Calpe y con Florazar. Edificaciones Calpe es uno de los buques insignia del grupo. Con numerosas promociones a lo largo del litoral valenciano, esta empresa tuvo su origen en la zona de Calpe y Altea (Alicante), una de las localidades más demandadas por los constructores que aspiran a realizar promociones de alto nivel.

Sus principales activos son la urbanización Altea Hills y la aún no finalizada Villa Gadea. La firma tiene unos ingresos netos de 74,73 millones y unos beneficios de 12,13 millones.

Florazar por su parte empezó realizando una serie de promociones en la localidad valenciana de Cullera y es allí donde mantiene la sede social. Sin embargo, la empresa tiene como activo de futuro más importante la construcción y gestión de hoteles a través de la marca SH.

La explotación de algunos aparcamientos públicos también se encuentra centralizada en esta empresa. La cifra de negocio rebasa los 18 millones y el beneficio los 1,7 millones.

Las otras dos grandes compañías, Destro e Inmobiliaria Guadalmedina son para Enrique Ballester. Guadalmedina es la otra gran filial del hasta ahora grupo empresarial y bajo su paraguas se han desarrollado importantes urbanizaciones en los alrededores de la ciudad de Valencia, tanto de viviendas como de naves industriales y oficinas. Su volumen de negocio asciende a 60,22 millones y el beneficio neto es de 2,09 millones. Destro, también promotora, alcanza los 3,53 millones de ingresos, con un beneficio de 1,23 millones.

Los dos hermanos mantendrán en común su presencia en algunas promociones que realizan con otras empresas del sector.

El amigo de Eduardo Zaplana y de Julio Iglesias

Fue una foto que dio mucho que hablar. Era el verano de 1999 y la instantánea que aparecía en todos los periódicos locales mostraba a el por entonces presidente de la Generalitat Eduardo Zaplana y al cantante Julio Iglesias abrazados y sonriendo. El escenario para aquel encuentro era el hotel Meliá Altea Hills, propiedad de Andrés Ballester.En aquella época el cantante gallego estaba contratado por la Generalitat para promocionar la Comunidad Valenciana. Y fue en ese caluroso verano donde se cerró el triángulo de amistad entre Zaplana, Iglesias y Ballester.El constructor valenciano ya mantenía una buena relación con Zaplana. No en vano había realizado numerosas promociones en Benidorm a través de Edificaciones Calpe, algunas durante la alcaldía de Zaplana. Era accionista de Terra Mítica -en la actualidad es presidente del consejo del parque, motivo por el que se ha especulado con el enfriamiento de sus relaciones, ya que sustituyó al presidente que había nombrado Zaplana y que destituyó Francisco Camps-y después también tomó una participación de la gestora de L'Oceanogràfic.Con Julio Iglesias, tras ese encuentro a tres, creó una sociedad junto a los Lladró, para construir Villa Gadea, una urbanización de lujo en la que el cantante tiene el 20%.

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