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Bebidas

Los pequeños productores de cava temen que haya más devoluciones por el boicot

Aunque los productores de cava no valorarán los efectos del posible boicot al espumoso catalán hasta finalizar la campaña navideña, los pequeños elaboradores temen que las devoluciones y la disminución de ventas detectadas vayan a más. Mientras, Freixenet y Codorníu guardan silencio.

La incógnita se despejará a finales de enero, cuando los elaboradores de cava podrán determinar si la campaña difundida en Internet con el fin de boicotear las ventas de cava estas Navidades ha tenido efectos. El Consejo Regulador del Cava, el organismo que agrupa a los 272 productores catalanes, asegura que la campaña de desprestigio repercutirá en las ventas, pese a que aún no existen datos que permitan confirmar en qué cuantía. Los pequeños productores sí consideran que las ventas se están viendo afectadas en algunos segmentos concretos, como en los supermercados. La supuesta campaña para perjudicar las ventas navideñas surgió a raíz de unas declaraciones del líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, en las que hizo un llamamiento para que los catalanes se movilizaran en contra de la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2012.

Aunque la postura mayoritaria entre los elaboradores catalanes es la de guardar silencio para no avivar la polémica, algunos como Vallformosa aseguran haberse visto afectados.

El director comercial de la bodega, Jaume Armengol, explica que ha recibido devoluciones de producto 'que ya estaba situado en el punto de venta', sobre todo procedente de Madrid, pero también desde Andalucía, Valencia y Extremadura. 'En algunos casos era producto para cestas navideñas y a última hora han decidido cambiar el cava por otro tipo de vino'. Armengol ha solicitado a sus vendedores una valoración para cuantificar las devoluciones, pero explica que hasta el 15 de enero no se podrá precisar el impacto del boicot. 'Ahora el producto ya está en las estanterías y el mes que viene tendremos que ver si ha tenido la rotación esperada'.

Los grandes productores, Freixenet y Codorníu, rechazan valorar si se han visto afectados por la campaña de desprestigio. Fuentes del departamento comercial de Mascaró advierten que será difícil cuantificar el efecto del boicot. 'Cada año hay devoluciones, ¿cómo vas a saber si es por ese motivo o porque tenían previsto hacer 100 lotes y luego hacen 70', explica. Sin embargo, matizan que 'cuando el río suena agua lleva'.

Si existe una campaña de rechazo real al cava, creen que los pequeños productores son quiénes lo notarán menos porque 'la relación comercial es más estrecha, son las personas las que la construyen y cuando hay relación personal nadie es tan tajante'.

Josep Raventós, director comercial de Raventós i Blanc, compañía de Sant Sadurní dirigida a un segmento alto, con botellas a partir de 15 euros, cree que 'todos padeceremos la situación'.

Los elaboradores cuyo canal de venta es la restauración y las tiendas especializadas tienen más posibilidad de salir airosos del boicot porque su público objetivo 'no cae en este tipo de provocaciones'. La venta en supermercados, cuya salida responde a un impulso del consumidor está más expuesta.

Ventas estacionarias

La campaña de Navidad supone una prueba de fuego para los productores catalanes. Entre finales de diciembre y principios de enero se consume el 53% de la producción anual, que el año pasado se elevó a 215 millones de botellas. El mercado nacional consume el 46% del producto elaborado.

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