Revista de prensa
Audacia
(...) La adhesión de Turquía es un desafío de alto riesgo. Un riesgo que merece la pena ser asumido en nombre de un imperativo geoestratégico. Precisamente en nombre de la 'potencia europea' que invocan quienes rechazan a Turquía. El espacio, la demografía y la voluntad política, sin ser suficientes, cuentan a la hora de ser potencia. Europa sólo puede salir reforzada de la unión con un país laico, joven, sediento de éxito, militarmente fuerte, curtido en las crisis de una de las regiones más amenazantes para la UE. Hace falta, por tanto, ser audaz y asumir el riesgo turco. La audacia de creer en el poder de atracción de Europa.