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Hipotecas

A la espera de la eurohipoteca

Casa en España, hipoteca en Alemania. Por fácil que parezca esta ecuación, en la mayoría de los casos no se cumple. Hasta ahora, y pese a los esfuerzos de los países miembros de la UE, lo más fácil cuando se es propietario de una vivienda en un país extranjero es contratar la hipoteca en ese mismo lugar. ¿Las razones? 'La tramitación hipotecaria es compleja. Conlleva, además de los trámites bancarios, la tasación de la vivienda por lo que lo más fácil es suscribir el préstamo donde se adquiere el inmueble', explica Aleix Masachs, director de Solbank.

Los datos ratifican esta opinión. Esta semana, la Comisión Europea ha dado a conocer las conclusiones de un informe elaborado sobre el mercado hipotecario europeo, y de ellas se desprende que sólo el 1% de los europeos tienen hipotecas de bancos de la Unión que no están en su país. Y todo pese a las facilidades de algunos países.

En España, un destino al que los extranjeros acuden con cierta frecuencia en busca de una segunda vivienda, las entidades han tratado de adaptarse a la idiosincrasia de estos clientes, comercializando productos específicos. Barclays y Halifax son algunos.

'Los productos que demandan los clientes daneses son distintos que los que reclaman los españoles', señala Alejandro García Balcones, director de Halifax. 'Mientras los españoles prefieren préstamos a tipo variable y su objetivo es cancelar la hipoteca lo antes posible, los ingleses se inclinan más por el tipo fijo', añade Balcones.

Las diferencias entre los mercados son evidentes. Cada país cuenta con una oferta muy diferenciada del resto. En España, por ejemplo, existen tres tipos de productos, los que aplican el tipo variable, los del fijo y los del mixto, mientras que en otros países existen productos más flexibles e incluso ligados a otras referencias distintas al euribor o el índice de bancos.

Además, como señala Aleix Masachs, en muchos casos, se concibe la hipoteca como medio para conseguir otra serie de bienes. 'En el Reino Unido, por ejemplo, se contempla la posibilidad de levantar una hipoteca sobre la vivienda habitual para pagar una segunda residencia', explica Masachs quien aventura que pese a las facilidades que ofrece el mercado español, son pocas las hipotecas de no residentes que aquí se firman. 'Sólo del orden del 15%-20% del total de viviendas que adquieren los extranjeros se hipotecan en España, y es que además de abonar el coste en efectivo muchos hipotecan su vivienda habitual o piden un crédito personal en su país', afirma Masachs.

Respecto a la posibilidad de un único producto, común para todos los países, tanto Masachs como Balcones se muestran escépticos. 'Aunque los préstamos tenderán a converger será difícil hablar de una eurohipoteca'.

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