El descenso en las temperaturas dispara casi un 5% el precio del crudo
Después de unas semanas de tregua en las que el precio del petróleo llegó a niveles de antes del verano, esta semana que cierra el descenso de las temperaturas han provocado nuevas subidas que despiertan la inquietud entre los inversores. Así, el brent, de referencia en Europa, ha subido casi del 5%, hasta los 43,40 dólares al cierre del mercado regular, 1,97 dólares más que en la jornada anterior.
No han ido mejor las cosas en el mercado de Nueva York, donde el barril del crudo de Texas se ha encarecido un 4,8% y ha terminado la semana por encima de 46 dólares. El Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en enero quedó en un precio de 46,28 dólares el barril, después de un alza de 2,10 dólares respecto de la sesión anterior.
El precio de este tipo de crudo se ha incrementado en un 13,5% en sólo una semana, después de terminar el viernes anterior a 40,71 dólares. El valor de cierre de hoy es el más elevado que se registra en el mercado neoyorquino desde el 30 de noviembre.
Los meteorólogos prevén un pronunciado descenso de temperaturas en el noreste y la región central de Estados Unidos a partir del fin de semana, lo que incidirá en un aumento en el consumo de combustibles de calefacción como el gasóleo y el gas natural.
En el noreste estadounidense se concentra alrededor del 80% del consumo total de gasóleo del país, por lo que las variaciones térmicas inciden de inmediato en los precios del gasóleo en el mercado neoyorquino de futuros durante el invierno.
Menores reservas
El esperado aumento de la demanda coincide con un momento en que las reservas en EE UU son inferiores en casi un 13% a las existentes en igual periodo del año anterior, lo que influye en el encarecimiento del gasóleo y tiende a arrastrar al alza también al valor del crudo, la materia prima de la que se obtiene el combustible.
Los expertos preveían un repunte en los precios nada más percibirse una fuerte bajada de los termómetros en el noreste de EE UU, que ha hecho también que los fondos de inversión acudan de nuevo al mercado a comprar contratos en previsión de que los precios mantendrán la inclinación alcista.