El fondo de carbono compensará las emisiones del sector de transporte
El Gobierno español va a hacer especial hincapié entre las empresas de transporte para que participen en el fondo español de carbono del Banco Mundial para compensar las emisiones de los sectores no afectados por el Plan Nacional de Asignaciones. El fondo, que supondrá la compra de 40 millones de toneladas de C02 de las 100 previstas dentro del plan, se presentó ayer en la Convención sobre Cambio Climático de Naciones Unidas.
El Banco Mundial volvió a dar su beneplácito al fondo español de carbono, que se presentó oficialmente en la tarde del miércoles en Buenos Aires como uno de los mecanismos flexibles contemplados por España para cumplir los objetivos de reducción de emisiones hasta 2012. Arturo Gonzalo Aizpiri, secretario general de Cambio Climático, subrayó el compromiso del gobierno para garantizar los 205 millones de euros que son necesarios para adquirir los 40 millones de toneladas de C02 previsto en el fondo. 'Hay un protagonismo del dinero publico para cubrir el 40% de las emisiones que se producen en el país', aseguró Aizpiri. Las aportaciones públicas se realizarán a cargo de los Presupuestos del Estado, y el gobierno no se planteará ninguna reforma impositiva relacionada con Kioto hasta la segunda mitad de la legislatura, según hizo saber el secretario.
Pero el verdadero sentido de este fondo, que el Banco Mundial gestiona para financiar los proyectos de desarrollo limpio en países en vías de desarrollo, es que el sector privado realice sus donaciones a cambio de obtener nuevos créditos de emisión. Normalmente el público natural de este fondo son las empresas energéticas e industriales que están afectadas por el plan nacional de asignación, a las que se responsabiliza del 40% de las emisiones, pero Aizpiri aseguró que se va a hacer un esfuerzo especial por promover la participación de los sectores no regulados por el plan como el transporte.
Los llamados sectores difusos, en los que se incluyen los transportes y las emisiones residenciales, son la fuente de la mitad de las emisiones de CO2 del país. Muchas de las actividades aquí contempladas, como son los automóviles o las calefacciones particulares, no tienen detrás a un responsable directo al que se le pueda asignar esas emisiones por lo que el gobierno se hace responsable de ellas garantizando la financiación pública del fondo de carbono.
'El compromiso actual es menor que el exceso que se calcula que provocarán los sectores difusos, que supondrán la mitad de los derechos de emisión', comenta Aizpiri, que insiste en que cree que el sector privado va a participar activamente en el fondo. 'Las empresas pueden participar en el fondo ya, comprando a futuro pero obteniendo un beneficio inmediato', comenta al referirse a que el fondo empezará a financiar proyectos en 2008, pero que los derechos de emisión extra serán validos desde que Kioto entre en vigor.
El segundo plan de asignación, que se desarrollará el año que viene, tendrá en cuenta todo lo relacionado con este fondo, que evolucionará de acuerdo a las necesidades de emisión que vayan detectando las empresas.
Narbona insiste en el liderazgo europeo
La décima Conferencia de la Partes de la Convención de Cambio Climático (COP 10) comenzó ayer su tramo ministerial, con unas negociaciones ensombrecidas por EE UU, Arabia Saudí y Kuwait.Cristina Narbona, la ministra de Medio Ambiente, se reunió con sus homólogos europeos a primera hora de la mañana para reafirmar la postura ante la participación de EE UU en los seminarios, unas reuniones en las que se quiere continuar los debates sobre la lucha contra cambio climático. 'La UE ha puesto tres condiciones a los seminarios: que tengan una orientación a futuro, que las conclusiones se incorporen en la siguiente COP, y que las negociaciones tengan como marco el Protocolo de Kioto', aseguró. Europa rechaza así la propuesta de EE UU, que dijo que participaría en los seminarios si no había ninguna implicación de futuro, ni ninguna mención al Protocolo.