Turquía, aliado privilegiado

¿Debe ofrecer la Unión Europea la asociación plena como socio a Turquía? Si nos fiamos del propio informe de la Comisión Europea, la respuesta debería ser no. La enumeración en el informe de las regulaciones especiales que se aplicarán a Turquía muestra que la oferta de ser miembro de pleno derecho sólo llevará a un estatus de socio de segunda clase (...).

No es sólo cuestión de si Turquía cumple los criterios políticos y económicos para el ingreso (...), sino también de si la Unión Europea, de acuerdo con los mismos criterios, puede asimilar nuevos miembros manteniendo el impulso de la integración (...).

Al mismo tiempo, muchos de los objetivos defendidos por quienes apoyan la adhesión de Turquía merecen nuestro apoyo. Esos objetivos, incluido el de capitalizar el potencial de Turquía como aliado estratégico en una región inestable, merecen apoyo (...).

Sin embargo, cabe preguntarse si sólo se pueden conseguir con la integración plena de Turquía en la Unión Europea.

Una asociación privilegiada evitaría que Europa se estirase en exceso y ataría más estrechamente Turquía a Occidente (...)