Caballé cantará 'Cléopâtre' en el Real
Monserrat Caballé cantará por primera vez una ópera completa en el Teatro Real. Será Cléopâtre, la última ópera compuesta por Jules Massenet, que el coliseo madrileño representará el 17 y el 20 de diciembre en versión concierto.
Se trata de una obra escrita en 1912, injustamente desconocida, quizás por sus grandes dificultades orquestales y de coro, recordó ayer el director musical Miguel Ortega. Massenet quiso reflejar en Cléopâtre el impresionismo en la música, de hecho fue el primero en utilizar una escala de tonos de Debussy, según el maestro.
El papel de Cléopâtre es el último de los títulos que la soprano catalana ha incorporado a su repertorio. Monserrat Caballé descubrió la ópera a través de la Fundación Massenet. 'Me sorprendió el contraste musical entre el mundo valiente de los romanos y el mundo sensual, reposado, de los egipcios', reveló la artista. Caballé estrenó Cléopâtre en el Festival del Mediterráneo de Roma en 2002. Tras el éxito, el Liceu de Barcelona manifestó su interés por la ópera de Massenet, igual que el director musical del Teatro Real, Jesús López Cobos. En el Liceu se representó el pasado octubre, también en versión concierto, y después de Madrid está previsto llevar la ópera a otros teatros, incluso hay una propuesta para que se represente en EE UU. 'Cléopâtre se merece ser popular', declaró Caballé.
La soprano compartirá escenario con su hija, Monserrat Martí, que hará de Octavia. Madre e hija cantaron por primera vez juntas el 9 de octubre de 1993 en el Royal Festival Hall de Londres con motivo del 25 aniversario del debut de Monserrat Caballé en este escenario. Les acompañan en el reparto el barítono francés Franck Ferrari como Marco Antonio -en el Liceu el papel lo interpretó Carlos Álvarez-, el ruso Nikolai Baskov, la noruega Marita Solberg, David Menéndez, Javier Galán y Enric Martínez-Castignani.
consejos
l Las jóvenes promesas de la ópera se deshacen en elogios con Monserrat Caballé y ella les ofrece sabios consejos, el principal, 'amor a la música'. La soprano, que en 46 años de carrera ha trabajado con los grandes nombres de la ópera, manifestó sentir pena por ciertos directores de escena que lo único que pretenden es hacer una película con música de fondo. 'No soy contraria a la modernidad, siempre que no se destruya la música, ni la creatividad del compositor, ni se desvíe la atención del espectador'.