La industria de defensa europea, a la espera de EADS
Los dirigentes del mayor grupo aeronáutico y de defensa en Europa, EADS, protagonizan desde hace semanas una de las más prolíficas historias de amor-odio de la industria europea. Y mientras, la industria armamentística europea aguarda a que la multinacional aclare sus ideas y explique qué medidas va a tomar para impulsar su negocio de defensa.
El centro de la polémica es la presidencia bicéfala que hoy dirige los destinos de la compañía. Para el actual presidente de Airbus (propiedad de EADS en un 80% y de la británica Bae Systems en un 20%), Noël Forgeard, que persigue alzarse como única cabeza visible del grupo, este reparto simplemente 'no es necesario'. Esta postura no sólo ha generado la desconfianza de la copresidencia alemana, sino que ha conducido a la irritación de los poderes públicos germanos, ya alerta por el 'intervencionismo' galo tras el aparatoso rescate de Alstom y la fusión entre los laboratorios farmacéuticos Sanofi y Aventis.
Si la candidatura de Forgeard ha llegado a tener cada vez mayor peso -la prensa gala lo da incluso como ganador frente al actual copresidente francés, Philippe Camus- ha sido entre otros factores por el apoyo soterrado de las más altas instancias políticas galas.
El negocio en defensa de Boeing en 2003 fue de 27.400 millones de euros, frente a los 8.000 millones facturados por EADS en el mismo sector
Una lucha de poder a tres bandas (el grupo Lagardère, propietario del 15% de EADS; el Estado galo, con la misma participación, y el grupo germano estadounidense DaimlerChrysler, que tiene el 30,28%) que ya se ha cobrado una primera víctima. Frente a la intención de la parte francesa de hacerse con el poder de la compañía, Rainer Hertrich, el actual copresidente alemán, anunció la pasada semana que no renovará su cargo más allá de junio de 2005, fecha en la que éste expira.
Una manera de hacer pasar el mensaje de que Alemania no está dispuesta a ceder el testigo, y una forma de presión hacia Francia, que ahora debe decidir a quién alzar como copresidente. La polémica llegó a su punto álgido el pasado viernes, cuando DaimlerChrysler expresó su firme rechazo ante una eventual presidencia de Forgeard, y auguró 'dureza' con el candidato, según publicó Financial Times.
La disputa ya hecho reaccionar a los poderes públicos de ambos países. EADS pretende fortalecer su división de defensa, hoy disminuida por Airbus, que acapara dos tercios de la actividad de la compañía.
La estadounidense Boeing realizó en 2003 una cifra de negocio en defensa de 27.400 millones de euros, el 54,2% de la cifra de negocio total de la compañía, frente a 8.000 millones de EADS, esto es, un 21,3%.
Tanto para Francia como para Alemania es vital 'un grupo europeo de armamento capaz de mantener el ritmo frente a EE UU, no sólo en lo aerospacial, sino también en el campo militar', afirmó el Secretario de Estado de Economía, Ditmar Staffelt. La parte alemana podría ahora catapultar a la copresidencia a Thomas Hender, actual responsable de defensa de EADS.
Compras para competir con Boeing
El grupo EADS necesita impulsar su división de defensa si de verdad quiere competir de igual a igual con la estadounidense Boeing. En lo que se refiere al negocio de aviación comercial, Airbus superó el año pasado a su rival Boeing en número de pedidos y todo parece indicar que volverá a hacerlo este año. Pero en el negocio de defensa la multinacional europea requiere realizar compras para incrementar su presencia en este negocio. Pablo de Bergia, presidente de Aviones Militares España, comentó durante un seminario organizado por EADS en Madrid en octubre pasado, que la compañía se planteaba la posibilidad de crecer a través de 'compras, fusiones o acuerdos con otras compañías'. Entre las empresas apuntadas por el directivo como objetivos ideales se encontraban Indra y la francesa Thales. De Bergia precisó que no existían negociaciones al respecto y que tan sólo se trataba de compañías que podrían aportar el valor necesario a EADS. Pocas semanas después el diario francés Les Echos publicó que el consejo de Thales estaba estudiando la posibilidad de fusionarse con EADS. Ambas compañías desmintieron dicha información, pero las acciones del grupo francés alcanzaron su mayor valor desde septiembre de 2000, hasta los 33,52 euros por título. La impresión general, tanto a nivel empresarial como político, es que la Unión Europea necesita un grupo industrial fuerte en el negocio de defensa. 'Para encarar la competencia mundial, que está creciendo en lugares como China y Rusia, es esencial que las compañías europeas se reagrupen' afirmó la ministra francesa de Defensa, Michele Alliot-Marie, en noviembre. EADS junto a Thales tendría una facturación anual de 40.000 millones de euros.