El Senado rechaza los Presupuestos de 2005 y los devuelve al Congreso sin cambios
El Pleno del Senado ha rechazado esta tarde, por primera vez en la historia de la democracia, un proyecto de ley remitido por el Gobierno. Este revés, con los votos de PP, PNV, CiU y BNG, se ha producido precisamente con la ley más importante que se tramita todos los años: los Presupuestos Generales del Estado, que ahora deberán volver sin ningún cambio al Congreso, donde el PSOE y sus socios podrán levantar el veto del Senado por mayoría absoluta, pero ya no podrán introducir ninguna modificación al texto.
PP, PNV, CiU y BNG, que habían presentado propuestas de veto a los presupuestos, han unido sus fuerzas al votar a favor del primero que se ha sometido a votación, el de los nacionalistas gallegos. Así, las cuentas se han rechazado por 147 votos a favor del veto, correspondientes a esos cuatro partidos, y 117 en contra, los del PSOE, Entesa Catalana de Progrés (formada por los partidos del Gobierno tripartito catalán, PSC, ERC e IC), Coalición Canaria, Izquierda Unida y Partido Aragonés. Sólo se han registrado dos ausencias entre los senadores, ambas en el PSOE. Pese a que el Gobierno y los nacionalistas vascos, catalanes y gallegos habían anunciado que negociarían hasta el último momento, desde el inicio del debate esta mañana, ya se daba por sentado que el Senado iba a rechazar los presupuestos.
El propio vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, que ha presentado el proyecto ante la Cámara y ha asistido al debate, ya ha admitido que "lo importante es tenerlo en marcha el 1 de enero", aunque para ello hubiera que "aplicar la normativa constitucional tal y como está establecida", es decir, levantando el Congreso el veto establecido por el Senado. El portavoz del PP en materia de Presupuestos en la Cámara Alta, Damián Caneda, ha reiterado los argumentos de su grupo para el no: que están realizados sobre previsiones no creíbles y que no apuestan por mantener el crecimiento y el empleo, como sí sucedió, en su opinión, con los gobiernos del PP.
La Entesa, aliado fiel
Los representantes del PNV, Xabier Albistur, y de CiU, Pere Macias, han reprobado al PSOE que no haya atendido ninguna de sus peticiones en la tramitación de los presupuestos en el Congreso y el Senado. En nombre del BNG, Anxo Quintana, ha lamentado no haber llegado a ningún acuerdo con el Ejecutivo, pese a "haber negociado hasta la extenuación". Macias ha subrayado que el rechazo es un "grave revés parlamentario" para el Gobierno y Caneda ha señalado que el Gobierno está "moralmente obligado" a retirar las cuentas. Por parte del PSOE, Segundo Bru y Joan Lerma han defendido las bondades del proyecto y han destacado que el Senado no es una Cámara concebida para bloquear las leyes, recordando que, con el veto aprobado hoy, se ha limitado la capacidad de los senadores para modificar las leyes al no poder introducirse enmiendas.
En la defensa de las cuentas presentadas por el Ejecutivo, el Grupo Socialista ha encontrado un aliado fiel, la Entesa Catalana de Progrés, cuyo portavoz, el miembro de la Ejecutiva de ERC Carles Bonet, ha utilizado el turno en contra de uno de los vetos, el del BNG. Este turno en contra de un veto lo usa habitualmente el grupo que sustenta al Gobierno, en este caso el socialista, pero el dirigente de Esquerra quiso demostrar con este gesto que la Entesa "apuesta por la estabilidad del Gobierno central". Eduardo Cuenca, de IU, ha anunciado su apoyo a las cuentas no porque considere que sean unos presupuestos ideales, sino porque "lo anterior era peor y daba miedo", en referencia a los proyectos del PP.
El senador del Partido Aragonés, José María Mur, también ha indicado que, aunque en principio no le gustaba el proyecto, se mejoró a su paso por el Congreso, por lo que ha mostrado su apoyo, sobre todo pensando en futuros presupuestos. También el portavoz de Coalición Canaria, José Mendoza, ha respaldado los presupuestos con la intención de dar estabilidad al Ejecutivo, como también hizo con los gobiernos del PP, pero ha avisado de que este apoyo "no es un cheque en blanco". Sin embargo, estos apoyos no han sido suficientes para el PSOE, que ve cómo sus primeros presupuestos tras su regreso al Gobierno tendrán que ser aprobados sólo por el Congreso, en la última semana del año y sin la posibilidad de introducir modificaciones que quedaban pendientes, como la actualización de las pensiones por la desviación del IPC.