El mundo académico homenajea al maestro Luis Ángel Rojo
El mundo académico rindió ayer homenaje al catedrático de Teoría Económica de la Complutense Luis Ángel Rojo, ex gobernador del Banco de España y guía espiritual de las últimas generaciones de economistas españoles. Solbes ensalzó su extendido magisterio y sus lecciones en los momentos difíciles de la economía española.
En un acto celebrado en el Aula Magna de la Facultad de Económicas de la Complutense, el mundo académico y buena parte de los responsables económicos actuales y del pasado rindieron gratitud al que muchos han considerado el mejor economista español del último medio siglo y maestro de las últimas generaciones de economistas.
Al acto asistieron el vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, junto con sus dos secretarios de Estado, Miguel Ángel Fernández Ordóñez y David Vegara, y excusó su ausencia el presidente Rodríguez Zapatero. Arroparon también al homenajeado los ex ministros Miguel Boyer, Carlos Solchaga y José Luis Leal, así como José Luis Malo de Molina, José Manuel González-Páramo o Juan Ramón Quintás.
El acto sirvió también para presentar un libro titulado Estudios en homenaje a Luis Ángel Rojo, en el que han colaborado decenas de economistas conocedores del profesor Rojo en la Universidad o en el Banco de España. Presidieron el acto, junto con Luis Ángel Rojo y Solbes, el rector de la Complutense y su decano, así como Carlos Sebastián, coordinador de los trabajo recogidos en el libro.
Solbes recordó en su alocución los buenos momentos que pasó con Rojo, 'protagonista en la liberalización de los mercados financieros, y responsable máximo en la política financiera de España en los últimos 40 años'. Destacó su papel fundamental en la ley de autonomía del Banco de España, y de otros órganos independientes que regulan el funcionamiento de los mercados. El vicepresidente recordó los buenos consejos en la crisis del SME en 1993, así como su papel fundamental en el Instituto Monetario Europeo' y la creación de la moneda única.
Resaltó 'la gran dimensión personal, con gran exigencia ética, capacidad profesional y comportamiento ejemplar de un hombre que reconoce que la teoría carece de valor si sirve para solucionar los problemas a la gente'.