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Bolsa

EE UU da la espalda a la negociación electrónica

No será una Navidad tranquila en Wall Street. El próximo 15 de diciembre la SEC someterá a consulta la revisión de su propuesta para reformar ampliamente las Bolsas en EE UU. En ella definirá la capacidad de autorregulación de los mercados y los criterios que deben guiar los cruces de órdenes de los inversores, una operación que puede hacerse automáticamente -como en la Bolsa española- o verbal, que es lo que hacen los operadores de Wall Street que trabajan sobre el parqué.

Es precisamente ahí donde está el punto de mayor fricción. La reforma planteada en febrero y que se revisa ahora no convencía a los responsables de los sistemas electrónicos de compraventa como Nasdaq e Instinet, porque consideraban que se favorecía la negociación oral. Pero las modificaciones que se van a plantear gustan aún menos. Una parte del texto ha sido filtrada a The Wall Street Journal y encendido el debate. La regulación se denomina NMS (National Market Structure), y tras la publicación se someterá a consulta con la industria entre 30 y 90 días.

El mejor precio

La SEC publicará el día 15 la revisión de la regulación de las Bolsas de valores

Así, la última propuesta establece el mejor precio como prioridad de los intermediarios frente a la rapidez, factor este último en el que reside la ventaja de los mercados electrónicos frente a la negociación verbal que se puede observar diariamente en Wall Street. La nueva propuesta extiende a Nasdaq la necesidad de buscar un mejor precio -en febrero sólo los intermediarios de la Bolsa de Nueva York estaban obligados a ello- siempre y cuando las órdenes puedan ser cruzadas automáticamente y sin intervención humana. Los intermediarios deben, además, buscar en todos los mercados antes de colocar una orden de compra en un momento dado.

Para los representantes de los mercados electrónicos esta regla es una vuelta al pasado. Ellos abogaban por que la prioridad fuera que los intercambios de aciones se hiciera rápido y con certidumbre, algo que ellos pueden garantizar por su superioridad tecnológica. La cuestión del precio es cosa de la NYSE, que con su gran volumen de negocio normalmente ofrece los mejores sin ganar la batalla de la rapidez.

Instinet y Fidelity solicitaron que se aboliese el sistema de mejor precio y a principio de año pidieron a la SEC que reformara los mercados anticuados. Se referían a la Bolsa de Nueva York, donde ya se ha empezado a poner en marcha sistema automático de cruce de órdenes que convive con los especialistas que operan manualmente, en lo que se ha dado en llamar un sistema híbrido. Para los detractores de las normas de la SEC, esto es lo más positivo que ha conseguido la propuesta de febrero.

Entonces se daba prioridad al mantra del mejor precio pero se dejaba que los inversores optasen por la rapidez. Este aspecto era considerado insuficiente por los mercados electrónicos pero, ahora, la propuesta antigua se revela como positiva para ellos.

La mayor parte de los expertos cree que la Regulación NMS favorece al NYSE y están preparados para seguir luchando tras las campanadas.

El peso de una Bolsa tricentenaria

Casi tan antigua como el propio país -sus orígenes se remontan a 1792-, la Bolsa de Nueva York ha dejado notar su peso en la revisión de la normativa bursátil llevada a cabo por la SEC. Ni la Bolsa de Nueva York ni los mercados electrónicos han respondida a la filtración de los detalles de esta normativa. Pero los defensores de dichos mercados electrónicos consideran que la SEC no sólo favorece a Wall Street, sino que da a los especialistas del parqué -los que cruzan las órdenes a mano- el monopolio sobre un alto porcentaje de la intermediación diaria.Se teme que así se consolide el sistema de especialistas, que han hecho un importante lobby pese a haber sido salpicados por el escándalo de 2003, en el que se les acusaba de aprovechar en beneficio propio la información sobre precios que recibían. La Bolsa de acometió una reconversión en agosto, cuando adoptó un sistema híbrido manual y electrónico. Los críticos temen que la nueva norma evite una mayor modernización del mercado. 'La industria está en shock', resumía a The New York Times un ejecutivo de un mercado electrónico.

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