El misterioso club de los libros viajeros
Silenciosamente, miles de libros han empezado a salir de los estantes para iniciar un largo viaje que arranca desde estaciones tan insólitas como los bancos de los parques urbanos, los asientos del metro o las puertas de las casas. Esta insólita liberación está impulsada por una curiosa comunidad de lectores, que defiende que ningún bien debe tener mayor movilidad que la cultura y que sus instrumentos, los libros, han de viajar por las calles y las mentes.
Esta fórmula de transmitir cultura responde al nombre de bookcrossing (cruce de libros) y sus adictos acaban de celebrar su primera reunión nacional en Zaragoza. A pesar de su corta vida en nuestro país, apenas un año, el bookcrossing cuenta ya con 1.500 militantes, que proyectan convertir España en una gran biblioteca. Para ello, aplican a sus libros las tres R: read (leer); register (registrar) y release (liberar), prescritas el 17 de abril de 2001 por el estadounidense Ron Hornbaker, fundador del movimiento.
Hornbaker creó Bookcrossing en internet a semejanza de las páginas que rastrean billetes de dólar por su número de serie o las que intercambian máquinas fotográficas entre aficionados. Aquí el objeto de intercambio eran los libros ya leídos por sus propietarios y cuyo destino natural parecía el polvo de las estanterías o la oscuridad de los cuartos trasteros.
Ante todo, el bookcrossing es una comunidad de lectores anónimos, que han decidido liberar sus libros para que otros los recojan y disfruten de su contenido. Se cumple así un primer objetivo de difusión cultural. Para asegurarse de que los libros que se dejan en lugares públicos no acaban en los cubos de basura, sus propietarios los registran en la página creada por Hornbaker (www. bookcrossing-spain.com) y así pueden seguirles la pista. Las curiosas travesías realizadas por los volúmenes liberados han propiciado numerosas sorpresas y relaciones.
Aunque el bookcrossing tiene entre sus principios la garantía del anonimato (las inscripciones , que son gratuitas, se realizan a través de un nick o apodo), sus practicantes 'dan la cara' en sus reuniones. María Ángeles Hierro, que descubrió esta fórmula en uno de los actos del aniversario del poeta José Hierro, señala que 'la constancia de que alguien ha disfrutado con un libro liberado emociona y satisface'.
Los más adictos no sólo se dedican a liberar libros, también capturan otros para después reconducirlos. Melanie Abel señala que 'la liberación de un libro puede realizarse de forma controlada o salvaje. En el primer caso, se introduce una comunicación en internet, advirtiendo sobre el lugar y la hora en que será liberado; en el segundo, el libro se deja, como al descuido, en un banco del parque o en la mesa de una cafetería'.
Salvador Damián no cree que la práctica del bookcrossing perjudique para las librerías. 'En realidad , impulsa la afición por la lectura y ello hace que quienes, de otra manera, nunca se hubieran acercado a comprar un libro se lo planteen'.
Algunos lectores no pueden contener sus emociones al liberar determinados libros y las expresan con sentidas dedicatorias. En uno de los volúmenes liberados en el Parque Primo de Rivera, de Zaragoza, con motivo del primer encuentro nacional, se leía este mensaje: 'Hola, soy un libro muy especial. Estoy viajando alrededor del mundo y haciendo nuevos amigos. Léeme y ponme en libertad'.
'Emociona la constancia de que alguien ha disfrutado con un libro liberado'
Las tres reglas de la Comunidad Becera
Si usted quiere pertenecer a la Comunidad Becera, nombre con el que se identifican popularmente los practicantes del bookcrossing, tiene que cumplir tres requisitos imprescindibles:1 Read (Lea). Debe haber disfrutado primero con la lectura de un libro y asumir que tiene una especie de obligación social para transmitir ese placer a otros lectores. Para ello, debe liberar su libro, sacándolo del estante de la biblioteca y colocándolo en espacios abiertos donde pueda ser recogido por otros. Cualquier entorno es bueno. Incluso en Irak algunos marines norteamericanos están practicando el bookcrossing.2 Register (Registre). Para poder seguir la pista a su libro, debe registrarlo en internet, entrando en la página web www.bookcrossing-spain.com. Este proceso es gratuito y anónimo, pues sólo se utiliza un apodo. La página le facilitará un número de identificación con el que el libro puede iniciar su viaje.3 Realease (Libere). Llega el momento de liberar su libro. Puede hacerlo de una forma controlada (anunciando lugar, día y hora en un aviso en la red) o salvaje (dejándolo, como al descuido, en un lugar público para que sea recogido por cualquier interesado). Aquí empieza el viaje de su querido libro por el mundo.