DLA se fusiona con dos bufetes de EE UU para crear un gigante de la abogacía
El próximo 1 de enero nacerá uno de los mayores despachos de abogados del mundo. La fusión del bufete anglosajón DLA, con presencia en España, con los bufetes estadounidenses Piper Rudnick y Gray Cary, dará lugar a una de las cinco mayores firmas multidisciplinares, con presencia en 18 países.
La globalización empieza a afectar también al mundo de la abogacía. No sólo porque los clientes de los grandes bufetes sean a su vez cada día más grandes y más internacionales. También comienzan a ser una realidad las grandes multinacionales del derecho, y las fusiones resultan el camino más corto para lograr tener presencia en los principales países de Europa, América y Asia, al tiempo que se tiene la capacidad para ofrecer una amplia variedad de asesoramiento y otros servicios jurídicos.
Es precisamente lo que sucederá el próximo día 1 de enero, cuando de la fusión de uno de los grandes bufetes anglosajones con dos importantes despachos estadounidenses nazca una nueva firma que se situará por tamaño entre los cinco primeros jugadores del mundo de la abogacía.
La futura multinacional del derecho contará con 6.000 profesionales que trabajarán en 49 oficinas de 18 países. Su nombre, al estilo de la más pura tradición estadounidense, será el resultado de sumar los de las firmas que se fusionan, por lo que la nueva firma será DLA Piper Rudnick Gray Cary. Eso sí, la futura dirección de internet será algo más corta: www.dlapiper.com.
DLA es una de las diez primeras firmas de abogados de Reino Unido y ya antes de la fusión una de las más grandes del mundo por número de empleados. Tiene su sede en Londres y posee oficinas en lugares como Bélgica, China y Singapur. En España DLA está presente desde noviembre de 2002.
Piper Rudnick, es también uno de los más grandes del mundo en cuanto a número de empleados (2.120). Sin embargo, su fortaleza se encuentra prácticamente reducida a Estados Unidos. Fuera de su país sólo cuenta con un despacho en París.
A pesar de ello, Piper Rudnick es bien conocido en España, ya que fue la firma a la que el Gobierno de José María Aznar otorgó un contrato de dos millones de dólares. Entre otros trabajos, su despacho de Washington fue el encargado de gestionar los apoyos necesarios para que Aznar consiguiese la medalla del Congreso.
Entre los socios del bufete se encuentra el senador George Mitchell, quien ocupará la presidencia de la firma resultante de la fusión.
Por su parte, Gray Cary es un despacho especializado sobre todo en tecnología y con una especial presencia en la costa Oeste de Estados Unidos.
El bufete resultante se codeará con los gigantes de la abogacía Clifford Chance, Skadden Arps Slate Meagher & Flom, Freshfields Bruckhaus Deringer, Linklaters, Baker & McKenzie, Allen & Overy o Jones Day.
Sistemas de remuneración
Kenneth Bonavia, responsable de DLA en España asegura que las conversaciones se han prolongado a lo largo de casi un año 'porque se han analizado minuciosamente todos y cada uno de los detalles'.
Sin embargo, el socio del bufete, que lo será también de la firma resultante, asegura que el acercamiento ha sido especialmente fácil debido a la coincidencia de cultura entre las firmas europea y estadounidenses. Algo que, según señala Bonavia, no suele producirse, entre otras razones debido a los distintos sistemas de remuneración.
'En Estados Unidos se paga a los socios en función de su aportación al negocio de la firma, mientras que por lo general en los bufetes europeos y también en los anglosajones, se utiliza el sistema lock step, es decir, en función de la antigüedad y no necesariamente del rendimiento', explica el socio director de DLA en España.
La ventaja proviene de que en DLA ya utilizaba el sistema de cobro en función del nivel de aportación al negocio. 'Por lo que este problema que, por lo general ha frenado algunos intentos de acercamiento entre bufetes europeos y estadounidenses, en nuestro caso ya estaba solucionado de antemano', asegura el socio de DLA, Kenneth Bonavia.
Lejos de los grandes en España
Los despachos extranjeros, junto con las firmas multinacionales se han instalado en España y han conseguido tener una presencia muy importante en el mercado legal español. A pesar de que su implantación es cada vez más numerosa no han conseguido, al menos de momento, desplazar a los grandes bufetes españoles. Ahí siguen estando Garrigues, Uría & Menéndez, Cuatrecasas o Gómez Acebo & Pombo, por citar sólo algunos de ellos, que no sólo se mantienen, sino que han protagonizado expansiones en los últimos tiempos.De hecho, aunque DLA prevé el 'inminente' crecimiento de la firma en España a través del fichaje de dos nuevos socios, la estructura de la firma aún se encuentra lejos de los grandes del mercado español. En estos momentos está compuesta por cinco socios y 25 abogados. 'Somos fuertes en la rama de mercantil, en banca y finanzas, inmobiliario, procesal, telecomunicaciones, derecho marítimo, transporte y seguros y estamos desarrollando el departamento de laboral, de competencia y regulatorio y de propiedad industrial', asegura el socio director de DLA en España, Kenneth Bonavia, quien, según todas las previsiones, continuará siendo el responsable de la firma resultante de la fusión.Bonavia afirma que los clientes del despacho en España 'nos pedían tener capacidad para operar en Estados Unidos y ésta es la respuesta'.