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CincoSentidos

Golpe de efecto en la Davis

Aunque el saque inicial es hoy, la final de la Copa Davis se empezó a jugar ayer. El primer golpe de efecto lo dieron los entrenadores del equipo español: Rafael Nadal, y no Juan Carlos Ferrero, será quien dispute, junto a Carlos Moyà, los partidos individuales contra EE UU. El jugador valenciano, héroe hace cuatro años en la única victoria de España en este campeonato, no ha llegado a tope a la cita, después de un año plagado de lesiones.

El debut de Nadal, zurdo y de tan sólo 18 años, no será nada fácil: enfrente tendrá al todopoderoso número uno estadounidense, Andy Roddick. Cuando ambos salten al Estadio Olímpico de Sevilla, conocido como La Cartuja, ya sabrán el desenlace del primer punto de la final, que disputarán Carlos Moyà y Mardy Fish, medalla de plata en los Juegos de Atenas.

EE UU ha ganado 31 títulos de Copa Davis, mientras que España juega su tercera final en cinco años. En 2000 ganó a Australia en Barcelona, y el año pasado cayó ante el mismo rival en Melbourne. Las posibilidades para que el tenis español se haga con su segunda ensaladera pasan en gran medida porque Nadal o Moyà logren batir a Roddick.

El estadounidense, que jamás ha perdido un partido en competición oficial contra ninguno de los cuatro integrantes del equipo español, es temido por su saque. Una técnica depurada y un brazo derecho propio de un bateador de béisbol más que de un tenista, le permiten colocar la pelota en campo contrario a más de 250 km/h. Aparte de entrenar el resto, los españoles, que ponen campo, han elegido la superficie que menos favorece los pelotazos de Roddick. El compuesto con el que se ha fabricado la tierra batida de La Cartuja, es capaz de reducir la velocidad de la bola en un 10%.

De los otros partidos, los técnicos españoles dan por perdido, aunque no lo reconocen oficialmente el doble. Nadal y Tommy Robredo, una pareja con muy poco rodaje, se enfrentan a los gemelos Bryan, especialistas en los partidos a cuatro. En cuanto a los enfrentamientos con Fish, todo apunta a que se decantarán, no sin dificultades, del lado español.

La expectación por la final es máxima. La escasez de entradas ha levantado una fuerte polémica, sobre todo en Sevilla, donde el pasado día 25 sólo se pusieron a la venta unos pocos cientos de pases a pesar de que el Ayuntamiento prometió para la ciudad 2.000 de las 4.800 entradas que se comercializaron a nivel nacional. Las protestas de miles de sevillanos, que se quedaron sin localidades después de muchas horas de colas, ha hecho posible que se arrancaran otros 600 abonos cedidos por distintas instituciones. La nueva hornada salió a la venta ayer, cuando se volvieron a registrar largas colas que muestran la fiebre de tenis que vive Sevilla.

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