Trichet pide a EE UU que pase a los hechos si quiere un dólar fuerte
El presidente del Banco Central Europeo pidió ayer a EE UU que pase 'de las palabras a los hechos' en su apuesta por un dólar fuerte. Trichet rehusó pronunciarse sobre una posible intervención para frenar la apreciación del euro, y pidió 'disciplina verbal' a las autoridades acerca de esta materia. El BCE mantiene los tipos de interés en el 2%.
Las declaraciones de unos y otros en favor de un dólar fuerte no han servido para parar la caída libre del billete verde: aunque por la tarde se moderó, el euro llegó a cambiarse ayer en Fráncfort a 1,3385 dólares, su tercer récord en lo que va de semana. La apreciación acumulada desde octubre alcanza ya el 9%, y supone una seria cortapisa para el crecimiento europeo, dependiente en buena medida de las exportaciones.
Trichet pidió ayer a las autoridades estadounidenses que pasen de las palabras a los hechos en su apuesta por el dólar fuerte, aunque reconoció que la UE también debe hacer sus deberes en lo tocante a las reformas estructurales. De momento, Estados Unidos tiene menos interés que la UE en frenar la caída del dólar, porque le sirve para contener su enorme déficit comercial.
Tras la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, Trichet afirmó que la entidad monetaria 'toma en cuenta todos los elementos' al realizar su análisis, para reconocer que la intervención en el mercado de divisas 'es un arma en manos de los bancos centrales', aunque rehusó especificar si va a utilizarla para parar la escalada del euro.
'La intervención es un arma de los bancos centrales, pero yo pediría disciplina verbal'
El Banco de Japón ya intervino en el primer trimestre del año para evitar la caída del dólar frente al yen. El ministro de Finanzas japonés, Hiroshi Watanabe, afirmó el miércoles que están vigilando los mercados y advirtió de que actuarán 'si resulta necesario'. Jean Claude Trichet pidió ayer 'disciplina verbal' a los responsables económicos. El Banco Central Europeo sólo ha intervenido una vez en el mercado de divisas: fue en otoño de 2000, y se trataba de frenar el desplome del euro frente al dólar, una situación inversa a la actual.
El Consejo de Gobierno del BCE decidió en su reunión de ayer mantener los tipos de interés de la UEM en el 2%, donde llevan 18 meses. La debilidad del crecimiento y el negativo efecto sobre las exportaciones de la fortaleza del euro hacían pensar a algunos asesores del BCE en un recorte de tipos, pero esa opción no se contempló en la reunión mensual de ayer: 'Examinamos las restantes opciones, y nuestra conclusión, muy mayoritaria, fue que los tipos están en el nivel adecuado, y que es esencial mantenerse vigilantes', afirmó Trichet.
Queda claro así que el BCE sigue viendo en la inflación la mayor amenaza. Trichet afirmó que las exportaciones 'seguirán beneficiándose de la demanda global' y que las inversiones y el consumo privado tenderán a fortalecerse. Sin embargo, el presidente del BCE reconoció que la evolución del precio del petróleo sigue suponiendo un riesgo a la baja para la actividad, lo que ha llevado a revisar la tasa de crecimiento esperada para este año y el próximo.
Drástico recorte al PIB esperado para 2005
EL BCE redujo ayer drásticamente sus previsiones de crecimiento de PIB para 2005: del 2,3% pronosticado en septiembre se ha pasado a un 1,9%. Para 2004 también se ha recortado una décima, hasta el 1,8%. Aunque ayer bajase de los 40 dólares por barril, el precio del crudo, unido a la apreciación del euro, han llevado a estos recortes, en línea con las ya anunciados por el FMI.La subida de los precios sigue siendo el mayor foco de preocupación del BCE: la inflación prevista para este año se mantiene en el 2,2%, pero la prognosis para 2005 sube dos décimas, hasta el 2%, el límite de lo que define como 'estabilidad de precios'. Eso sí, el presidente espera que se reduzca según avance el año 'si no se producen más conmociones adversas'.Las primeras previsiones para 2006 contemplan una inflación del 1,6% y un crecimiento del PIB en el entorno del 2,2%.