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Alimentación

Hacienda reclama ocho millones a la filial española de Parmalat

Hacienda le sigue los pasos a la filial española de Parmalat. El grupo de alimentación italiano, bajo administración extraordinaria desde que suspendió pagos, ha provisionado ocho millones de euros tras la inspección fiscal a la que se ha sometido Clesa.

Parmalat se esfuerza por recuperar el crédito y salir de la suspensión de pagos. Para lograr su objetivo, la compañía italiana ha comenzado por hacer los deberes en cuanto a la transparencia de la gestión y por cumplir con los requisitos requeridos por los auditores. Siguiendo las recomendaciones de Deloitte, la compañía ha recogido en los resultados del primer semestre una provisión de ocho millones de euros por contingencias fiscales en su filial española Clesa, que tributa en régimen de consolidación con las sociedades Letona, Clesa Helados y Bascones del Agua.

Los auditores de Clesa advirtieron entre las salvedades de las cuentas del ejercicio 2003 que la empresa no había previsto la sanción de 3,534 millones de euros que había impuesto Hacienda tras la inspección sobre los ejercicios comprendidos entre 1994 y 1997. La compañía señalaba entonces que la multa había sido recurrida y mostraba su confianza en que 'se resuelva favorablemente para la sociedad'. Aún así, Deloitte & Touche España, aplicando el principio de prudencia, aconsejaba a la sociedad constituir una provisión.

No era la única inspección pendiente en la filial española de Parmalat. Clesa, junto a las sociedades dependientes, tenía en curso a finales de 2003 una investigación de los ejercicios entre 1999 a 2002, ambos inclusive, por la que 'podrían existir contingencias fiscales susceptibles de revertir en pasivo' reconocía Clesa en sus cuentas. Ningún responsable contestó ayer a la llamada de este periódico.

Parmalat señala en los resultados de los seis primeros meses del año que Clesa y Arilca (sociedad de cartera matriz de Clesa) 'han sido recientemente sometidas a inspección fiscal por parte de las autoridades locales. Teniendo en cuenta también el riesgo potencial de las sociedades Letona, Clesa Helados y Bascones de Agua, se han provisionado cerca de ocho millones de euros'.

No es el único riesgo fiscal al que hace frente Parmalat. La empresa ha realizado provisiones por reclamaciones fiscales en Italia, principalmente por pagos del IVA. También ha recogido cargos extraordinarios por demandas de Hacienda en Holanda, Suráfrica, Australia, Venezuela, Canadá, Colombia e Uruguay por un total cercano a 115 millones de euros.

El Ebitda de la láctea disminuye un 32,6% hasta octubre

La filial española de Parmalat ha sufrido este ejercicio un deterioro de sus cifras. Clesa ingresó hasta octubre 189,5 millones, lo que supone un descenso del 3,1% respecto a igual periodo del año pasado. Mayor fue el descenso en el Ebitda, que cayó un 32,6%, a 12,8 millones. En términos relativos, como porcentaje de la facturación, pasó del 9,7% al 6,7%. La caída de las ventas ya se notó en 2003, cuando la cifra neta de negocio bajó un 2,34%, hasta 236,23 millones, si bien el beneficio neto aumentó un 43%, a 3,34 millones por los extraordinarios. Del beneficio neto, el 58% correspondió a Clesa y el 29% a la catalana Letona. La filial portuguesa y la francesa Group Laitiere des Pyrenees, que vendió a Onetik al final de año, sufrieron números rojos.

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