Llega la guerra autonómica del vino
Los enfrentamientos entre las denominaciones de origen vinícolas españolas se venían limitando tradicionalmente al ámbito de las bodegas y preservaban siempre la esfera institucional. Ahora, el Instituto Catalán de la Viña y el Vino (Incavi) acaba de pedir disculpas al Gobierno de La Rioja por el excesivo ardor puesto en la presentación de una campaña en la que se instó al consumo de los vinos propios frente a los riojas. Y es que éste ostenta una abrumadora cuota en el mercado catalán: el 40% del vino que se bebe en Cataluña procede de los viñedos riojanos.
A pesar de que la superficie de viñedo en Cataluña ha aumentado un 43% el último cuarto de siglo, el consumo de vino en los restaurantes ha caído un 50% y las leyes que penalizan el consumo de alcohol amenazan con agravar la situación.
Actualmente, el consumo de vino en España se sitúa escasamente en 28 litros por persona y año. Así que el desplazamiento de consumo al exterior parece necesario, si se quiere mantener el actual nivel productivo y el empleo que lleva aparejados.
Si, como asegura el lema de la campaña promovida por el Incavi, Catalunya es País de gran vins, estos caldos deberán ser capaces de competir con el rioja en cualquier mercado, nacional o internacional.