Nicolas Sarkozy quiere rearmar la derecha francesa
Desde la entrada en escena del primer plan de Jacques Chirac, la derecha ha funcionado con un solo motor: el choque de ambiciones. Ha sacado -a la vez que agotado- su energía en las guerras fratricidas por la conquista del poder (...): entre Valéry Giscard d'Estaing y Jacques Chirac a finales de los setenta, luego entre este último y sus competidores, barridos despiadadamente unos tras otros.
La elección de Nicolas Sarkozy (...) a la presidencia del UMP prolonga y renueva esta inagotable saga. Apropiándose sin miramientos del partido del presidente, conquistando, de paso, una incontestable legitimidad (...), haciendo alarde sin disimular de su ambición presidencial para 2007 (...) Sarkozy ha ganado, hasta ahora, allí donde otros antes que él se habían roto los dientes (...).
Nicolas Sarkozy añade una dimensión nueva: después de 30 años de influencia de Chirac, durante los cuales proyectos y programas no han sido más que tácticas accesorias, quiere rearmar la derecha ideológicamente, devolverle un cuerpo de doctrina y quitarle los complejos (...). Es toda la originalidad de su empresa (...). Es en el terreno de los valores donde Sarkozy quiere llevar la iniciativa (...). Si consigue, por la derecha, esta batalla ideológica (...) podrá pretender la sucesión de Chirac (...).