Telefónica cambia de planes y repartirá la autocartera entre los accionistas
El plan de recompra de acciones de Telefónica tendrá efectos contantes y sonantes para los accionistas. La empresa ha decidido repartir entre los socios los títulos adquiridos en lugar de amortizarlos. El desembolso y el resultado final es el mismo, pero así los accionistas recibirán una acción de autocartera por cada 25 que tengan.
César Alierta, presidente de Telefónica, ha dado un giro inesperado a la tradicional recompra de acciones. Esta modalidad de retribución al accionista procede de Estados Unidos y consiste en la compra de títulos que se acumulan en autocartera para su posterior amortización. La idea es que las acciones que quedan en circulación aumentan de valor, puesto que se reduce el número de títulos y lo mismo se reparte entre menos.
Telefónica fue una de las pioneras en la introducción de esta modalidad en España. Primero amortizó la autocartera que tenía y, en julio de 2003, instauró un plan de recompra hasta el fin de 2006 por un montante de 4.000 millones de euros. Lo complementó con dividendos; 0,4 euros por acción al año por un total de 2.000 millones en el mismo periodo.
El programa tuvo buena acogida entre los inversores institucionales, que conocen las bondades de la recompra y saben cuantificarla. Pero es difícil hacer extensiva esta percepción a los accionistas particulares, más partidarios del dividendo y de las retribuciones físicas.
Alierta está más alineado con los inversores minoristas y ha ideado una opción que convierte la recompra en algo tangible. En lugar de amortizar los títulos comprados, repartirá la autocartera entre sus 1,65 millones accionistas, a razón de una acción nueva por cada 25 que tengan. En el fondo, Telefónica ha convertido la recompra en una especie de dividendo en acciones.
La decisión la tomó ayer el consejo de administración y tendrá que ser aprobada en junta. Puesto que cada 25 acciones dan derecho a la percepción de un título, el reparto implica la distribución de 198,2 millones de valores, el 4% del capital, y se hará previsiblemente en 2005. Con el título en la mano, serán los socios los que decidan si lo monetarizan, al venderlo, o se lo quedan.
A los precios actuales de cotización, el regalo de una acción implica una remuneración de 0,526 euros por título. Unido al dividendo de 0,40 euros, supone una rentabilidad anual del 7%, la mayor entre las compañías de su sector. Hasta ahora, las operadoras que más pagaban eran BT y KPN, con rentabilidades superiores al 5%. También Vodafone cuenta con un agresivo plan de remuneración, aunque 5.700 millones los está dedicando a la recompra de acciones, así que la cuantificación de la rentabilidad total es difícil de calcular.
El anuncio de Telefónica no implica cambio alguno en su política de retribución, que se ha comprometido a revisar cuando tenga las cuentas de este año en la mano. No aumenta el dividendo ni eleva la recompra. Aún así, la noticia tuvo buena acogida en la Bolsa. La CNMV suspendió la cotización durante media hora y al final la subida fue del 1%. Entre los analistas, la reacción fue dispar. 'Son buenas noticias para los accionistas', explicó un analista de Venture Finanzas a Reuters. 'No hay nada nuevo', contradijo otro experto de BPI, 'ni razones para que Telefónica suba. Lo que se espera es una mejora real de la retribución y esto no lo es'.
Gesto al PSOE con el nombramiento de Nadal
El reparto de acciones entre los socios no fue la única noticia que dio ayer Telefónica. La operadora anunció también el nombramiento de Javier Nadal como director general de Relaciones Institucionales y Fundación, en lo que supone su regreso a la primera línea en España, después de varios años de cargos directivos en Latinoamérica.Javier Nadal es un histórico de Telefónica. Llegó en marzo de 1995 como presidente de Telefónica de Argentina y su último cargo hasta ahora era el de máximo responsable de Perú. Pero también es un histórico de la vida política, puesto que desempeñó durante diez años el cargo de director general de Telecomunicaciones con el anterior Gobierno del PSOE.En su nueva responsabilidad, Nadal se compaginará con Francisco Bergia, responsable de las relaciones institucionales, y sustituirá a Fernando Labad, vicepresidente de la Fundación. En Perú será remplazado por Antonio Carlos Valente.